Entrar en casa, un problema para los mayores de 75 años en Baleares

El 25 por ciento de los edificios de las islas necesita una rampa para salvar el escalón de acceso al portal y el 60 por ciento cuenta con porteros automáticos no accesibles en la entrada

No todos los portales de Baleares tienen el tamaño adecuado para pasar con silla de ruedas.

No todos los portales de Baleares tienen el tamaño adecuado para pasar con silla de ruedas. / DM

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Aunque la normativa vigente exige unas condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso a los edificios, el 32 por ciento de los mayores de 75 años que vive en Baleares tiene dificultades para acceder desde la calle a su vivienda, ya sea porque no hay ascensor, porque ha de subir de forma obligatoria escaleras o por ambos factores, según el último informe realizado por la Fundación Mutua de Propietarios y la Cátedra de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili con motivo del Día Internacional de los Mayores que se celebró ayer. Por este motivo, los baleares conceden una nota de 5,3 a la accesibilidad de su edificio.

En el archipiélago balear, 93.862 personas tienen 75 años o más (un 7,67 por ciento de la población) y, de todas ellas, un 22% vive sola. «Las importantes carencias en accesibilidad suponen una discriminación de los derechos fundamentales de las personas mayores como la libertad de residencia y circulación, el libre desarrollo de la personalidad o la igualdad», afirma la vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Mutua de Propietarios, Laura López Demarbre.

Problemas principales

Según el informe, no disponer de una pensión de jubilación (69%), padecer una enfermedad crónica (64%), no contar con recursos económicos para vivir (62%), tener problemas de movilidad (61%) y la soledad (51%) son las principales preocupaciones de los mayores de Baleares.

La Fundación Mutua de Propietarios y la Cátedra de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili advierte que el 87 por ciento de los edificios de viviendas necesitan realizar actuaciones de eliminación de barreras arquitectónicas para mejorar su accesibilidad. En concreto, uno de cada cuatro edificios necesita una rampa para salvar el escalón de acceso al portal; el 60% de los edificios baleares tiene porteros automáticos no accesibles desde una silla de ruedas.

Además, siete de cada diez edificios tienen sus buzones elevados y, por tanto, también inalcanzables, siendo necesarios bajarlos. Aunque el 87 por ciento de los portales de acceso al edificio tienen el tamaño adecuado para pasar con silla de ruedas, el 34% necesita un abrepuertas motorizado porque pesa demasiado.

Llegar a acuerdos

La falta de acuerdo entre vecinos (59%) y los motivos económicos (55%) son las principales razones expuestas por los baleares para no realizar las mejoras de accesibilidad que se necesitan en su edificio, especialmente cuando la inversión supone un montante superior a los 2.000 euros.

Tanto el informe de la Fundación Mutua de Propietarios como el doctor Héctor Simón, de la Cátedra de Vivienda, dejan claro que «los propietarios pueden obligar a la comunidad de vecinos a asumir parte de las obras de accesibilidad y todas ellas están obligadas a pagar su coste, cualquier que sea su situación económica, por lo que no podrán vetar las obras por circunstancias económicas».