Podemos espera el visto bueno de Madrid para decidir si entra en Sumar

La dirección del partido en Baleares se mantiene en silencio mientras la cúpula estatal negocia con Yolanda Díaz un acuerdo ‘in extremis’

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Madrid decidirá el futuro de Podemos en Baleares. Mientras la cúpula del partido a nivel estatal sigue negociando con el equipo de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz, la dirección autonómica espera el visto bueno para decidir si se integran. Aunque la situación en las islas se ha complicado después de que Ara Més -Més per Mallorca, Més per Menorca y Ara Eivissa- hayan llegado a un acuerdo con Sumar para concurrir juntos a las elecciones generales del próximo 23 de julio. Este movimiento, cuyas negociaciones han sido muy positivas para los ecosoberanistas, no ha gustado a los líderes de Podemos en las islas porque consideran que Díaz ya ha elegido a un socio prioritario.

En caso de que la dirección estatal acabe pactando con Díaz, el partido deberá asumir lo negociado: Ara Més será la marca referente; el programa deberá estar centrado en la agenda balear, con especial énfasis en temas como la financiación o el territorio; encabezará la lista Vicenç Vidal y pedirán autonomía política en el Congreso de los Diputados para conseguir avances de calado para Balears o, al menos, tener una voz propia que sirva para defender los intereses propios de las islas.

El silencio absoluto de la cúpula de Podemos en Baleares es una anomalía dentro del partido. Muchos territorios llevan semanas presionando y posicionados públicamente a favor de una integración en Sumar. Ayer mismo se rebelaron cargos y cuadros importantes de la Comunidad Valenciana -piden la integración inmediata en Sumar y la destitución de los principales dirigentes- y la cúpula de Extremadura, comandada por Irene de Miguel, exigía que «aquellos que no quieran unidad» den «un paso al lado».

Hace unos días el dirigente de Podemos y portavoz en el ayuntamiento de Palma, Jesús Jurado, publicó una carta que no gustó entre la militancia de Més. Pedía una candidatura liderada por un independiente que «consiguiera un equilibrio entre la izquierda soberanista y la no soberanista» y se mostraba muy crítico con Ara Més y con Vidal: «El problema que puede generar este escenario es que la formación soberanista, en la línea de Compromís, exige independencia de actuación absoluta, y en caso de obtener un diputado, que este funcione de facto como propio, no dentro de la colectividad de Sumar. El objetivo seria lograr el anhelado diputado (tantas veces deseado y nunca conseguido) y convertirse en el Teruel Existe del Mediterráneo, haciendo exactamente lo mismo que se ha hecho con el senador que han tenido esta legislatura: un escaño de nombramiento parlamentario, de consenso entre los partidos que han gobernado hasta ahora, y que ha funcionado exclusivamente como senador de Més, obviando la pertenencia a una pluralidad e incluso votando contra la reforma laboral».