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El centro de refugiados de Son Rapinya se convierte en un espacio de acogida de menores

Jóvenes con problemas familiares serán asistidos a partir de septiembre en el antiguo convento

El centro de Son Rapinya, en una imagen reciente. B.RAMON

Uno de los dos centros habilitados por el Govern para los refugiados -ambos gestionados por Cruz Roja- ha dejado de operar como tal. El centro de Son Rapinya acogerá a partir del mes de septiembre a menores que se encuentren bajo medidas de convivencia por problemas familiares, «a menudo por situaciones de violencia intrafamiliar», explica la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago.

Los usuarios en situación de asilo que residían y eran atendidos en Son Rapinya por personal de Cruz Roja ya se han trasladado al otro centro que gestiona la entidad social, ubicado en s’Arenal. Desde Cruz Roja indicaron que el espacio estaba dedicado hasta ahora al segundo programa de ayuda humanitaria de la entidad, sobre todo volcado en los migrantes que llegan en patera. «Ahora también se trata de acomodar este lugar para los asilados trasladados de Son Rapinya, que son dieciséis», señalan. El traslado, también del personal, tuvo lugar el pasado miércoles, detallan desde la entidad. La ubicación de los exusuarios de Son Rapinya será el centro de s’Arenal «a medio plazo», «después ya se vería si es definitivo, todo depende de cómo funcione su bienestar allí», comenta la entidad. La consellera de Asuntos Sociales indicó en este punto que existe el compromiso de ayudar a la entidad económicamente si encuentra o necesita un lugar similar al de Son Rapinya «que vean adecuado».

Fina Santiago recordó que el centro de Son Rapinya se habilitó de manera urgente en 2018 para acoger a los migrantes del Aquarius. El Ejecutivo cerró un acuerdo para disponer del convento de la congregación de las Hermanas de la Caridad, ubicado en Son Rapinya, en aquel momento vacío. El acuerdo de alquiler se cerró por siete años. El Ejecutivo lo cedió a la entidad especializada (en este caso Cruz Roja) para su gestión, que fue decidida por el Gobierno central. «La cesión del espacio terminaba en julio de 2022», precisa la consellera.

«Ahora nos encontramos que necesitamos este centro para menores. Cada vez tenemos más demanda para atender casos de menores con medidas de convivencia impuestas a nivel jurídico. Son casos en muchas ocasiones de violencia intrafamiliar, pero no son menores tutelados», indica Santiago. Para este tipo de casos, la conselleria contaba en estos momentos con dos pisos de ocho plazas «que se abrieron en 2016».

El convento de las Hermanas de la Caridad es un edificio de 930 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. «Está en un barrio popular y que cuenta con transporte público que puede ser muy útil a los menores para ir al colegio y seguir sus actividades», refiere.

Los menores entrarán a vivir de manera progresiva en este espacio a partir del mes de septiembre. «Será en principio para quince menores», precisa. Y la gestión la realizará directamente la conselleria de Asuntos Sociales.

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