Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Miguel Artigues: «Este Govern no sabe lo que es un agroturismo y no nos tiene en cuenta»

«Es absurdo que nos hagan poner camas elevables cuando una de nuestras funciones es preservar las características de las possessions»

Miguel Artigues: «Este Govern no sabe lo que es un agroturismo y no nos tiene en cuenta»

Miguel Artigues: «Este Govern no sabe lo que es un agroturismo y no nos tiene en cuenta» B. Ramon

Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Miguel Artigues: «Este Govern no sabe lo que es un agroturismo y no nos tiene en cuenta» Fernando Guijarro

Miguel Artigues es el presidente de la Asociación Balear de Agroturismos y Turismo Interior, una de las voces que reclama cambios durante la tramitación de la nueva ley turística al considerar que no se han contemplado las características especiales de su sector.

¿Qué valoración hace de la ley turística que ha impulsado el actual Govern?

Con carácter general, no es mala. Coincidimos en que hay que luchar contra la contaminación y el cambio climático, preservar el medio ambiente, apostar por la circularidad, e incluso pensamos que una moratoria de nuevas plazas puede ser buena. El problema que tenemos los establecimientos de agroturismo y de turismo interior es que en esa nueva ley el Govern nos ha ignorado totalmente. No es un problema nuevo, ya que en algunos aspectos la legislación anterior tampoco nos tenía en cuenta.

¿Cree que la moratoria también debe afectar a sus establecimientos?

Los agroturismos se crearon por una disposición de la conselleria de Agricultura, aunque luego pasaron a Turismo. Nacieron para hacer viables las ‘possessions’ y mantener las explotaciones agrarias, y el turismo de interior para mantener los ‘casals’ en los pueblos. Si esa es su filosofía, no entendemos una moratoria general que también nos afecta. Las ‘possessions’ son las que son, necesitan una antigüedad, no se pueden crear nuevas. Si en este momento una de ellas necesita para su mantenimiento convertirse en agroturismo ¿qué debe de hacer el propietario, venderla a un extranjero o dejar que se derrumbe? Es absurdo. No se han tenido en cuenta nuestras especificidades y nos han ignorado totalmente. No saben lo que es un agroturismo. No se sabe lo que somos. Eso es lo que nos ha dolido más.

Sus establecimientos tienen plazas limitadas. ¿Eso conlleva que su nueva creación tenga un escaso impacto?

Este es otro tema que tampoco la ley anterior tenía en cuenta. La actual limitación en el número de plazas es otro absurdo. Creemos que las plazas de un agroturismo deben de venir determinadas por el tamaño de la edificación. Ahora ese límite es de 25 y una más por cada 5.000 metros cuadrados de la explotación. No se debe de edificar más, pero si una ‘possessió es grande y caben 40 ¿por qué no?

¿Para estos establecimientos supone un problema la instalación de camas elevables?

Si para hacer un agroturismo o un turismo interior se restaura una casa antigua y se quieren mantener sus características y su mobiliario, es absurdo que se nos obligue a poner muebles nuevos. Lo lógico es mantener la finca con sus características tradicionales. El concepto de lujo es muy distinto dependiendo del tipo de establecimiento que busca el cliente. En relación a que las camas elevables se impongan por la salud de las trabajadores, en nuestros establecimientos muchas veces los que las hacen son los mismos propietarios, y si tienen a alguien que les ayuda, hacer cinco o diez camas no hace peligrar la salud de nadie porque se dispone del tiempo suficiente. No tiene sentido que se nos imponga esta medida, cuando lo que debemos hacer es preservas estos edificios con sus características originales. Además, solo se les obliga si se categorizan, es decir, si cogen estrellas. Y hace mucho tiempo que pedimos que a nosotros no se nos mida por estrellas, sino que sea por ejemplo con flores de almendro, que se nos dé otro tipo de categorización.

Miquel Artigues, presidente de ABATI. | B. RAMÓN F.Guijarro. Palma

¿Hay más discrepancias?

Otro tema que nos preocupa es la necesidad de instalar un punto de recarga de coches eléctricos por cada dos plazas de estacionamiento. Un agroturismo de dos habitaciones tiene serios problemas para financiar una de estas inversiones.

Dice que no les han tenido en cuenta. Pero la ley se ha negociado con la federación hotelera de Mallorca, de la que ustedes forman parte. ¿No les han representado?

A lo mejor lo han hecho y no les han hecho caso. O no lo han hecho. No lo sabemos.

¿Usted no ha pedido explicaciones a las responsables de la federación?

Hemos pedido hace tres semanas a la directora general de Turismo, Rosa Ana Morillo, poder mantener una reunión. Nos han contestado que cuando tenga disponibilidad nos atenderá.

Yo le preguntaba por la presidenta o la vicepresidenta de la federación hotelera.

Sin comentarios.

¿Cuántos agroturismos hay ahora en Mallorca?

Unos 200 aproximadamente, de tipos muy diferentes.

¿Cómo llegan a este final la de pandemia?

Tenemos la ventaja de que al ser negocios pequeños y con poco personal, hemos podido aguantar mejor. Llegamos tocados, pero no hundidos. La verdad es que el verano pasado fue bastante bueno.

¿Y las perspectivas para este año?

Son buenas y esperamos que la temporada llegue hasta mediados de noviembre.

Compartir el artículo

stats