La suspensión de la huelga en el transporte ayer por la noche disipa el riesgo de desabastecimiento. No obstante, la amenaza del parón en el sector prevista para Navidad ha llevado estos días a cadenas comerciales y proveedores de Balears a elevar la demanda de productos de alimentación para poder garantizar el servicio a sus clientes durante las fiestas navideñas. El problema, según se reconoce, es que todas estas empresas han adoptado la misma medida al mismo tiempo, generando un ‘cuello de botella’ en la llegada por mar de estos suministros ante la imposibilidad de las navieras de hacer frente a semejante carga de trabajo. Estaba previsto que si finalmente la huelga se llevaba a cabo podría generarse durante los próximos días la escasez de algunos alimentos muy concretos, principalmente frescos o con corta vida antes de su caducidad, aunque se subrayó que en cualquier caso no se iba a dar un desabastecimiento.
Según apuntaron tanto representantes de las grandes cadenas comerciales como desde la asociación de distribuidores de las islas que preside Bartolomé Servera, el problema detectado estos días atrás era que, ante la posibilidad de que se convocara la protesta de los transportistas por el encarecimiento de los carburantes, algunos comercios y suministradores han optado por elevar sus pedidos con el fin de disponer del stock suficiente para atender a sus clientes durante las fiestas de Navidad.
Pero ese aumento de pedidos ha sido el que ha generado el citado ‘cuello de botella’ que ante la amenaza de huelga parecía que podía impedir que llegaran al archipiélago todos los encargos realizados.
Los mayores riesgos
El Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) de mercancías desconvocó el cierre patronal programado para los días 20, 21 y 22 de diciembre tras llegar a un acuerdo con el Gobierno a última hora de este viernes. Representantes de las organizaciones y el Ministerio de Transportes llevaban reunidos desde la mañana, tras pasar las dos últimas jornadas intercambiando documentos, puntos de vista y propuestas, que ayer quedaron plasmadas en un documento definitivo.
El paro amenazaba el suministro, sobre todo de productos frescos, en las fechas previas a la Navidad, la época de más consumo del año, como así lo señaló la citada patronal y algunas de las cadenas de alimentación consultadas, que señalaron que algunos mariscos, pescados o carnes, a los que se podían sumar lácteos como la leche fresca o yogures, por citar algunos ejemplos, podrían ser los más difíciles de conseguir. Por contra, se descartaba que este problema pudiera darse en los que tienen un periodo de conservación superior a los 30 días, como turrones y alimentos envasados o congelados, al contarse con un suficiente volumen de producto almacenado.
Bartolomé Servera recordó que Balears puede soportar entre cuatro y cinco días sin la llegada de suministros, aunque este plazo podría acortarse en Navidad al incrementarse el consumo de alimentos y bebidas. Por ello, señaló que el principal riesgo para las islas pasaría por un agravamiento del conflicto, con la convocatoria de una huelga indefinida en el sector del transporte.
Esta situación ya no tendrá lugar dada la suspensión del paro, del que informó anoche el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), quien tomaba ayer esta decisión tras llegar a un acuerdo con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En un comunicado, el CNTC destacó del acuerdo alcanzado «la prohibición de la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga», así como la reducción a la mitad de los tiempos de espera, «a partir de los cuales el transportista tendrá derecho a una indemnización», además del «trato a dispensar a los conductores en los centros de carga y descarga».
Además, la patronal puso de relieve que se ha conseguido el compromiso de incorporar «de forma imperativa en la ley» la cláusula de estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte, sin posibilidad de pacto «en contrario».
