La senadora del PP María Salom había presentado una moción en el Senado sobre el Régimen Especial de Balears (REB) y el factor de insularidad. No obstante, el único objetivo de Salom era que se visualizara que los senadores socialistas votaran en contra del REB. Prueba de ello es que Salom no aceptó ninguna enmienda que le propuso el senador autonómico de Més, Vicenç Vidal, que tenía el apoyo de las formaciones nacionalistas.

Mediante este apoyo, la moción habría salido adelante. Sin embargo, Salom no aceptó ninguna de las enmiendas de calado que le propuso Vidal.

El senador socialista Cosme Bonet también había presentado enmiendas, pero como es el grupo que propone la moción quien decide si las acepta o no, también fueron rechazadas de pleno por los populares. La moción de Salom pedía incluir el factor de insularidad en los presupuestos del Estado de 2022 y el importe equivalente de los ejercicio de 2020 y 2021. También pedía desarrollar las bonificaciones fiscales contempladas en el REB. Las enmiendas de Vidal proponían incluir el acuerdo de la comisión bilateral, que eran 188 millones en 2022 y 110 millones anuales hasta 2026. La del PSOE era un poco más descafeinada y se refería sólo a aceptar los acuerdos entre el Govern y el ministerio de Hacienda.

Ante la negativa de Salom de no aceptar ninguna modificación a su moción, el PSOE le votó en contra, al igual que el resto de grupos de la Cámara Alta. Vicenç Vidal al final decidió abstenerse al ser una moción sobre el Régimen Especial de Balears (REB).

Salom, durante su intervención, acusó a la presidenta Armengol de mantener una «deriva nacionalista», lo que ya reventó cualquier posibilidad de acuerdo con los grupos nacionalistas.

La consellera Sánchez y el REB

Por otra parte, ayer en el parlament la consellera de Hacienda, Rosario Sánchez, compareció para explicar la negociación sobre el REB y anunció que el Govern ya está trabajando en seleccionar los proyectos a financiar con estos recursos. Sánchez afirmó que tras el acuerdo, lo más inmediato es la selección de los «proyectos y materias que recibirán financiación por estar especialmente afectados por la insularidad».

De este modo, los recursos podrían ir a parar a actuaciones en materia de infraestructuras de transportes, gestión y saneamiento de recursos hídricos; costas y playas; desarrollo de energías renovables y alternativas; movilidad; becas de estudio y modernización y diversificación del turismo; promoción de la investigación; desarrollo de tecnologías e innovación; tratamiento de residuos y actuaciones sobre el patrimonio cultural, etnológico, arqueológico, arquitectónico o paisajístico.

El pleno del Parlament también aprobó ayer una iniciativa para luchar contra la ludopatía y que consiste en pedir al Estado que prohíba las tarjetas de crédito en los juegos de azar.