El Govern, los ayuntamientos y Delegación de Gobierno se preparan para el primer fin de semana de nuevas restricciones contra el botellón y las fiestas ilegales ante la nueva ola de coronavirus. Con las reuniones sociales prohibidas más allá de la una de la madrugada y sanciones desde los 1.000 euros por participar en un botellón, Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local se coordinarán para evitar nuevas aglomeraciones. El Govern pondrá a disposición de los cuerpos de seguridad un dron que controlará desde el aire posibles aglomeraciones en Marítimo o Playa de Palma.

De hecho, según han explicado la consellera de presidencia, Mercedes Garrido, el alcalde de Palma, José Hila, y la delegada del Gobierno, Aina Calvo, el dispositivo se centrará especialmente en las zonas de Marítimo, Santa Catalina, Sa Feixina, Playa de Palma y otras zonas costeras de las islas. Con los botellones en los polígonos “prácticamente desaparecidos” desde el control de los accesos, según el alcalde de Palma, la Policía Local desviará a parte de sus efectivos de los polígonos a esas zonas costeras, principalmente Marítimo, donde tendrán además la ayuda de un dron.

El Govern le ha declarado la guerra a los excesos. Si alguien está pensando en ir de botellón o a una fiesta ilegal debe saber que se encontrará delante al Govern”, ha pronunciado Garrido, recordando que las sanciones de 1.000 euros contra los botellones son “como mínimo”. “Que nadie se crea que se lo va a poder permitir”, ha advertido la consellera, que ha garantizado que “quien tenga una multa la acabará pagando”.

Lluc a Peu, en el aire

Sin embargo, desde la Federación de Municipios (Felib), su presidente Antoni Salas ha lamentado que “los ayuntamientos estamos en la misma situación del inicio de la pandemia, los medios de los que disponemos no bastan”, ha expresado, temiendo que en los municipios también puedan hacerse “parafiestas” en polígonos o áreas recreativas.

Sobre la celebración del Lluc a Peu, la consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, ha recordado que desde este sábado no puede haber reuniones sociales entre la una y las seis de la madrugada, por lo que ha expresado que “habrá que hablarlo con los organizadores”.