La conselleria de Medio Ambiente confirmó ayer el seguimiento del programa Bosque Marino, que se desarrolla en la bahía de Pollença y que consiste en una plantación de posidonia, para estudiar y proteger esta planta marina única en el Mediterráneo. Así, la Conselleria firmó un acuerdo para renovar cuatro años más este proyecto de restauración de esta planta, con la colaboración de la empresa Red Eléctrica de España y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea).
Este bosque marino empezó a plantarse hace cuatro años, según explicó el investigador de Imedea, Jorge Terrados. Durante este tiempo se ha logrado que el 90 por ciento de las plantas hayan agarrado y van creciendo al ritmo lento que caracteriza a la posidonia, que se considera muy importante para preservar la calidad del agua marina. Esta zona se ha convertido en un laboratorio viviente para la comunidad científica y los descubrimientos se están compartiendo con otras universidades. El Imedea realiza estudios de supervivencia y se observa la biodiversidad que se asocia a esta pradera. Terrados destacó la importancia que tiene esta planta por su capacidad de almacenar carbono para mejorar los niveles de Co2. Además de ser un hábitat para muchas especies marinas, la posidonia mejora la transparencia de las aguas marinas, ya que facilita la entrada de la luz solar. Además, también reduce la energía del oleaje, con lo que se previene la erosión de las costas.
El investigador señaló que el fondeo de embarcaciones representa una gran perturbación a estas praderas marinas, si bien es cierto que entre los navegantes existe cada vez más concienciación de que se debe proteger estas plantas.
El responsable de Red Eléctrica Española, Eduardo Maynau, resaltó la implicación de la empresa en este proyecto de proyección marina y anunció la presentación de una exposición virtual, en la que se podrá descubrir las características de esta planta marina, así como sus condiciones de vida.
Por su parte, el conseller Miquel Mir insistió en el compromiso del Govern en continuar con políticas de protección de esta planta marina, que es única en el Mediterráneo y que es básica para mantener la calidad del agua marina. Resaltó que ya trabajan las quince embarcaciones que se encargan de la vigilancia marina, para evitar que algún yate pueda fondear en praderas de posidonia. El conseller explicó que cada vez son más las embarcaciones que realizan una llamada de consulta antes de lanzar el ancla al fondo del mar, para evitar que caiga sobre una zona de praderas. Mir anunció que se va a continuar aplicando la política de sanciones contra navegantes que fondeen sobre estas plantas, a pesar de que los tribunales anularon varios artículos de la ley de protección.
