A buen seguro que la distancia de seguridad a la que comparecieron el pasado lunes la coordinadora de vacunación, Eugenia Carandell, y el portavoz del comité de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, tuvo sus efectos benéficos. Porque en esa comparecencia pública el doctor Arranz puso el acento sobre las personas de entre 50 y 69 años que, sostuvo, se han convertido en las actuales víctimas preferidas del SARS-CoV-2 una vez que se han hecho inasequibles al virus los mayores de 70 ya vacunados.
El 45% de las hospitalizaciones por covid-19 registradas en los meses de abril y mayo las protagonizaron personas de entre 50 y 69 años, dijo. Pues bien, según los datos de vacunación facilitados hoy por el Govern señalaban que tan solo el 2% de los ciudadanos de Balears con edades comprendidas entre los 60 y los 69 (un colectivo formado por 116.318 personas) habría recibido ya las dos dosis.
Por contra, a casi el 60% de ellos se les ha inoculado ya una dosis lo que, según los mensajes reiterados de las autoridades sanitarias, les conferiría una inmunidad cercana al 70% frente a posibles contagios.
Pero lo que llama la atención es el escaso número de personas que habrían iniciado el proceso de vacunación en el segundo rango de edad más en riesgo en estos momentos, los 193.884 ciudadanos que tendrían hoy entre 50 y 59 años.
A tan solo el 5,6% de ellos, unas 10.857 personas sobre las citadas 193.884, se les ha puesto únicamente la primera dosis.
También sufren un importante retraso, aunque estos por causas ajenas al Servei de Salut, los docentes y las profesiones esenciales que fueron vacunadas inicialmente con la vacuna AstraZeneca. A la espera de lo que decidiera esta misma jornada la ponencia de vacunas del ministerio de Sanidad, tan solo el 1,6% de los 33.014 docentes, policías y bomberos a los que se les puso la primera dosis del fármaco anglosueco habrían completado la inmunización frente al nuevo coronavirus.
