La Ley de Residuos y Suelos Contaminantes, que declara la guerra a los utensilios de plástico de un solo uso, entra en vigor hoy en todas las Balears. No obstante, uno de los envases de plástico más polémicos, como son las cápsulas de café, se salva de las restricciones que en un principio quería aplicar el Govern. Tras una larga negociación, se ha llegado a una solución intermedia con los fabricantes de café.
El director general de Residuos de la conselleria de Medio Ambiente, Sebastià Sansó, explicó que los grandes fabricantes de café que comercializan estas cápsulas se han comprometido a organizar una recogida específica de los envases de café utilizados para su eliminación o reciclaje. Esta recogida se realizará en supermercados y en sus puntos de venta específicos de café. «La asociación de fabricantes de café se responsabiliza de tratar y eliminar las cápsulas de plástico o aluminio de forma efectiva y por este motivo se les permite seguir comercializándolas en Balears», explicó ayer a este periódico Sansó.
Por otra parte, a partir de hoy deberán desaparecer por completo los platos y cubiertos de plástico de un solo uso y las bandejas para envasar alimentos, como es el caso de la carne. Tampoco se permiten utensilios de plástico en bares y restaurantes y se deberá optar por materiales reciclables o compostables.
La nueva norma da un paso más en eliminar las bolsas de plástico en comercios y supermercados. Solo se permitirán bolsas gruesas reutilizables que podrán estar fabricadas con un máximo del 50% de plástico reciclado y se deberán cobrar al cliente. El resto de bolsas ligeras serán ilegales a partir de hoy.
En el caso de los envases de yogures se promueve la utilización de materiales compostables y en el caso de agua y refrescos solo se prohíbe la venta de botellas de agua de plástico en edificios públicos. En cualquier caso, el Govern tiene el objetivo de que en 2030 el 40% de los envases de agua, el 70% de refrescos y el 80% de cerveza que se comercialicen en Balears sean de cristal y se reutilicen.
Las monodosis de azúcar, sal, sacarina, salsas, cacao, infusiones, leche o vinagre siguen vigentes para evitar contagios de la covid-19. Sebastià Sansó indicó que su uso viene regulado por el estado de alarma y hasta que se levante se permite su uso.
En el caso de productos de higiene íntima se insta a los fabricantes a buscar alternativas al uso de productos que no contengan microplásticos y a etiquetar instrucciones claras para su eliminación. Es el caso de las toallitas, que deberán llevar rótulos informando de que no se pueden eliminar en el inodoro. En el caso de las maquinillas de afeitar y los encendedores, los propios fabricantes también deberán organizar una recogida de las unidades fuera de uso.
La Ley de Residuos del Govern es pionera en toda España. El director general reconoció que han tenido fuertes presiones de las grandes multinacionales, ya que deberán envasar sus productos de forma específica para las islas. El ejemplo son las anillas de plástico de las latas de refrescos o cervezas, que en toda España están permitidas y en Balears deberán ser de cartón o material compostable. Lo mismo ocurre con las pajitas para beber que la mayoría de envases de zumo llevan adheridas y que no podrán ser de plástico.
Objetivos de la Ley de Residuos
El objetivo del Govern es reducir 47 kilos por persona de residuos en 2021 y cien antes del 2030 para cumplir las directrices de Europa. Balears es donde se produce mayor cantidad de residuos per cápita al año: 431 kilos, 70 kilos más que la media nacional.
No obstante, el principal objetivo es hacer frente a la contaminación del mar, que en el caso de las aguas de Balears ha crecido un 21,5% con respecto al año 2010. Asimismo, uno de cada seis peces que se comercializan en Balears se ha comprobado que contiene microplásticos en su estómago.
Multas que pueden llegar a los 2 millones de euros
La ley de Residuos que entra en vigor hoy cuenta con un fuerte régimen sancionador. Las multas por incumplimientos podrán ir de 300 euros a dos millones de euros. Para poder controlar la buena aplicación de la ley que declara la guerra a los plásticos, Medio Ambiente sumará a los inspectores de Consumo, Turismo y de Sanidad, además de los agentes de medio ambiente que también tienen potestad sancionadora.
Las sanciones leves irán de 300 euros a 9.000, las graves de 9.001 euros a 300.000 y las muy graves de 300.001 euro a dos millones. Los infractores de la norma sobre el uso de plástico o suelo contaminante saben que se enfrentan a estas cuantiosas sanciones.
A modo de ejemplo, desde el Govern explican que la sanción a un comercio o un restaurante que utilice monodosis de plástico podría ser sancionado con unos 900 euros. Las multas que lleguen a los dos millones, las consideradas más graves, serían en caso de infracción muy grave en el uso y el tratamiento de los residuos generados. La instrucción de los expedientes sancionadores será a cargo de Medio Ambiente, pero la labor inspectora la realizarán desde todos los cuerpos de inspección del Govern.
De esta forma, si un inspector de turismo o de Sanidad cuando visitan un establecimiento de restauración o un hotel y detectan que se están utilizando utensilios de plástico de un solo uso, elevará la denuncia a Medio Ambiente y la dirección general de Residuos se encargará de tramitarla.
Para que la ciudadanía y los diferentes sectores tenga toda la información de cómo deben utilizar el plástico, el Govern ha elaborado cuatro guías, dirigidas a la hotelería, turismo, ciudadanía y administración pública.
Podemos celebra la Ley
Por otra parte, Podemos Balears celebró ayer la entrada en vigor de la prohibición de plásticos de un solo uso. El secretario de Organización , Alejandro López, señaló que «aunque ha habido muchas presiones de multinacionales para que estas medidas no vieran la luz, desde Podemos consideramos que supondrán un antes y un después en cuanto a la generación de residuos en Balears».
