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Baleares registra la caída más dura en la adquisición de viviendas de toda España

Las islas contabilizaron la compraventa de 10.696 residencias a lo largo del pasado año con un descenso interanual de un 23,2%, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística

La compraventa de vivienda nueva está alcanzando mínimos históricos en las islas.

Baleares está sufriendo el mayor desplome del mercado inmobiliario de toda España, y además está siendo más acentuado en las residencias de segunda mano, las más asequibles pese a que desde el sector se insiste en que sus precios están actualmente sobredimensionados. Los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran claramente el impacto que la crisis del coronavirus está teniendo en las islas en materia de adquisición de viviendas. El pasado año se cerró con la compra de 10.696, lo que supone una caída del 23,2%, la más importante de todo el país, donde la media de esa reducción a lo largo del pasado ejercicio se situó en un 17,7%.

El deterioro que la covid-19 está generando en el mercado residencial de las islas viene siendo apuntado tanto por promotores inmobiliarios, por lo que a viviendas de nueva construcción se refiere, como por agentes de la propiedad y empresas de intermediación, en relación a la usada. Las causas expuestas se relacionan principalmente con el deterioro de las economías familiares y las dificultades para acceder a un crédito ante el temor de la banca a un aumento de la morosidad, especialmente en el caso de trabajadores de sectores afectados de forma más notable por los ERTE.

A ello se añade que la demanda extranjera, muy importante en el archipiélago, se está viendo frenada por las dificultades para viajar y visitar el inmueble a causa de las restricciones a la movilidad fijadas para frenar la pandemia.

Retorno a cifras de 2015

La cifra de 10.696 inmuebles residenciales vendidos en Baleares supone retroceder un lustro, al situarse en niveles de 2015, cuando se alcanzaron las 10.603, ya en los inicios de la reactivación de la economía de las islas. En cualquier caso, hay que subrayar que Baleares llevaba ya mostrando una evolución a la baja desde 2018 (que se achacaba a la escasez de producto en el mercado y a su encarecimiento imparable), acelerada ahora por el coronavirus.

El dato del INE refleja no solo el citado descenso en la compraventa, sino también el desequilibrio existente respecto al tipo de inmueble en el mercado, con una mayoría aplastante de operaciones relacionadas con las viviendas de segunda mano, frente al debilitamiento de las de nueva edificación.

Desde el Colegio de Arquitectos de las islas se lamenta que los últimos años suponen el periodo con la cifra más baja de nuevas viviendas en edificación, un argumento esgrimido igualmente por los aparejadores o por las patronales vinculadas a esta actividad, un hecho que se achaca a la escasez de suelo disponible en las zonas con mayor demanda, como Palma, y a su altísimo precio. Eso hace que las que se desarrollan se dirijan mayoritariamente al segmento de demanda extranjera y al local de alto poder adquisitivo.

De este modo, durante el pasado año se vendieron en el archipiélago 2.021 residencias de nueva construcción, la cifra más baja de las últimas décadas, inferior incluso a los de los años posteriores al estallido de la ‘burbuja inmobiliaria’. Esta cifra supone un descenso del 20,9% respecto a 2019.

Por contra, en el caso de la compraventas de inmuebles de segunda mano, el número del pasado ejercicio fue de 8.675, en este caso con una reducción interanual de un 23,7%.

Hay que destacar que si tradicionalmente las cifras entre vivienda nueva y usada han estado prácticamente a la par, a partir de 2014 comenzó a detectarse un creciente desequilibrio entre ambos tipos en favor de la de segunda mano, hasta situarse en una posición claramente dominante, lo que explica también la fuerte subida de sus precios. Igualmente, la bajada constante en el número de inmuebles en venta se refleja en la creciente demanda de pisos en régimen de alquiler, e igualmente en el notable encarecimiento de estos últimos.

Aunque se viene apuntando un ligero descenso en los precios de la segunda mano, desde el sector no se oculta que está siendo insuficiente para reactivar las ventas.

Transmisión por herencia

Por otro lado, el INE aporta también el número de viviendas que durante el pasado año cambiaron de propietario por herencia, que en las islas fue de 2.982.

Se trata de un número inferior al de 2019, cuando se contabilizaron 3.558, lo que refleja que en Baleares los fallecimientos derivados de la covid-19 no han tenido como efecto un aumento de este tipo de transacciones en la propiedad de los inmuebles.

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