El portavoz del PP en el Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha exigido este miércoles a la presidenta insular, Catalina Cladera, "responsabilidades por la nefasta gestión del conseller de Movilidad", Iván Sevillano, a quien ha acusado de protagonizar "un escándalo tras otro".

Galmés ha reprochado a Sevillano "desde el caos en la ITV y la obligación de los 80 km/h en toda la Vía de Cintura a la instalación de 'marges' prefrabricados en la Serra de Tramuntana", ha informado el PP en un comunicado.

Sobre la polémica en las obras de la carretera de Sóller, Galmés considera una buena noticia que el Consell rectifique y retire los "marges falsos", pero ha asegurado que "por culpa de Sevillano la imagen del entorno, declarado Patrimonio de la Humanidad, ya ha quedado manchada".

Además ha acusado al conseller de mentir porque hace una semana aseguro que por normativa no se podían poner guardarraíles de madera en dicha zona y ahora ha optado por instalarlos. En opinión de Galmés, "Cladera debe tomar una decisión urgente sobre uno de sus consellers estrella".

El conseller popular Mauricio Rovira interpelará a Sevillano este jueves en el pleno del Consell "por su imposición de los 80 km/h en toda la Vía de Cintura" y la polémica que ha generado entre los conductores particulares y profesionales, ha anunciado Galmés.

"Hasta hoy no se ha convocado la Comissió de Mobilitat que hace dos meses le exigimos para saber qué dicen al respecto los informes técnicos y cómo los ha interpretado", ha reclamado el portavoz del PP.

Por otra parte, Galmés ha tildado de "auténtico caos" la situación de las estaciones de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de Mallorca, donde "con mucha suerte, la espera mínima es de dos meses y después, una vez allí, en muchos casos tienen que estar horas esperando con las inclemencias del tiempo incluidas".

Galméz ha recordado que Cladera y Sevillano aseguraron "hace ya casi dos años" que normalizarían la situación en la ITV "pero pasan los años y sigue el caos". Ha subrayado que, por contrato, desde el 1 de enero de 2020, la espera debe ser de 13 días "pero la realidad es totalmente diferente: espera eternas y ninguna decisión del Consell de Mallorca al respecto para enderezar la situación".