En medio del runrún con el que arranca 2021 en torno a la desinversión de activos por parte de los hoteleros, para poder soportar la falta de flujo de caja después de un año sin temporada turística, también los hoteles del Grupo Cursach están en el mercado.

Fuentes de la compañía aseguran que no hay novedad y que de la venta del complejo ubicado en Magaluf – el BH Mallorca, el Club B Hotel, BH Apartamentos y el club de playa Island Beach– ya se viene hablando desde hace un par de años.

Se recuerda que Bartolomé Cursach nada más tiene la explotación con opción de compra de los hoteles que son propiedad del Grupo Matutes, compañía desde la que ayer no se hizo ninguna valoración a este diario sobre la noticia publicada por El Economista, que incluso le pone un precio de salida a la operación: 120 millones.

Fuentes de la intermediación de compraventa hotelera también confirman que los hoteles de Grupo Cursach, en concreto el BH Mallorca, un cuatro estrellas solo para adultos, hace mucho tiempo que está en venta. Y ese precio, 120 millones, se considera elevado sobre todo en un momento en el que «nadie está comprando nada».

Precisamente, la semana pasada un informe sobre inversión hotelera de Colliers incidía en que hasta el segundo semestre del año no empezarán a cristalizar las operaciones de venta de hoteles, porque a pesar del gran apetito inversor por parte de los fondos, sobre todo internacionales, por el momento no se va más allá de la fase de ir sondeando el mercado.

En este sentido, desde el Grupo Cursach sí que se confirma que los fondos de inversión se acercan a preguntar y muestran su interés en el complejo de Magaluf, sin que se haya cerrado ninguna operación.

Recuperar inversión

Cursach incursionó en la gestión hotelera con el acuerdo que alcanzó con Matutes con la explotación de los establecimientos durante diez años con opción de compra. El periodo aún no ha finalizado. El empresario del ocio hizo una elevada inversión para su remodelación, que incluye un parque acuático, sala de conciertos y gimnasio al aire libre, y si se vende el complejo prevé recuperarla, de ahí que esté pendiente de las ofertas por los establecimientos. Dos años atrás hubo oportunidad de vender, pero no interesó, se asegura.

Bartolomé Cursach también tiene a la venta la discoteca Tito’s, que salió al mercado por 16,5 millones de euros el pasado octubre a través de un portal inmobiliario, y el restaurante Asadito, en Platja de Palma. El año pasado ya se deshizo de la discoteca Riu Palace, adquirida por RIU Hotels.