Cerca de un centenar de trabajadores del sector de las peluquerías y esteticistas se concentró ayer en el passeig del Born para reclamar una bajada del IVA del 21% al 10% pese a que la protesta fue prohibida por la Delegación del Gobierno en Balears la noche del martes. La concentración se desarrolló sin incidentes, aunque la Policía Nacional identificó a los convocantes, Joan Coll y Rafel Rubio, presidente y vicepresidente del gremio de peluquerías Grepel de PIMEM. 

«Nos notificaron la prohibición de la protesta a las once menos diez de la noche. En la medida de lo posible se lo hicimos llegar a la gente que pensaba participar y esta mañana hemos venido para informar de que la concentración no está autorizada», indicó Rubio.

El sector mantuvo la convocatoria de la protesta hasta que la Delegación del Gobierno la prohibió por razones sanitarias, pero los promotores no pudieron evitar «un efecto llamada» en el Born. «Hemos pedido a la gente que no sacara carteles ni hiciera nada, pero quizás por el nerviosismo de la prohibición se ha creado un efecto llamada y unas 50 o 60 personas se han concentrado de manera espontánea para hacerse una foto. La policía nos ha identificado, pero como asociación hemos acatado la prohibición desde un principio», justificó Rubio.

Grupos dispersos de personas cada vez más numerosos fueron concentrándose en el Born desde la once de la mañana, hora prevista para el inicio de la protesta. A petición de una periodista los trabajadores, mayoritariamente mujeres, se agruparon para posar para los medios gráficos. Bajo la atenta mirada de la Policía Nacional, el colectivo irrumpió varias veces en aplausos, pero no se escucharon consignas y apenas se vieron carteles reivindicativos. Los presentes respetaron la separación y llevaron mascarilla.

Malestar por la prohibición

«Habríamos venido trescientas personas. Me parece muy mal que no nos hayan autorizado la protesta porque siempre hemos sido un sector ejemplar e íbamos a hacer una concentración estática y manteniendo las distancias», explicó Cristina Díez, una de las participantes. 

La protesta, que se celebró simultáneamente en distintas capitales del Estado, se dirigía contra el Gobierno central, al que reclaman un IVA reducido del 10% y un plan de choque para salvar los negocios de un sector que emplea a un 80% de mujeres

«Teníamos que estar aquí, aunque lo hayan prohibido», indicó Cecilia Sánchez. «De manera pacífica y reivindicando lo justo. Nosotras cumplimos con todos los protocolos sanitarios en las peluquerías, no puede haber más higiene, pero nuestra situación es insostenible. Necesitamos que al menos nos bajen el IVA al 10%, que es el que teníamos antes», destacó.