Síguenos en redes sociales:

La Seu acoge un "último adiós comunitario" a las víctimas del coronavirus en Baleares

Un centenar de familiares de fallecidos en la pandemia asisten al homenaje presidido por el obispo de Mallorca

Funeral por las víctimas del coronavirus en la Seu de Mallorca

7

Un centenar de familiares de fallecidos en la pandemia del coronavirus en Baleares asistieron este domingo a la misa funeral en recuerdo de las víctimas, celebrada en la Catedral de Mallorca, invitados por las diócesis de Mallorca, Menorca e Ibiza [vea aquí las imágenes].

This browser does not support the video element.

La Seu acoge un "último adiós comunitario" a las víctimas del coronavirus en Baleares

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, que presidió la eucaristía, asistido por el obispo de Menorca, Francesc Conesa, y el administrador diocesano de Ibiza, Vicente Ribas, inició la misa describiéndola como "un último adiós comunitario" a quienes fueron "enterrados casi en soledad" a causa de las restricciones por la pandemia.

Las tres diócesis celebraron este funeral de homenaje debido a que, por el estado de alarma y el consiguiente confinamiento, no se han podido celebrar ordinariamente funerales de muchos fallecidos durante la pandemia. Invitaron especialmente a las familias de los difuntos por esta enfermedad, a quienes se reservaron un lugar específico en el templo mallorquín, para acompañarles en el duelo.

El obispo de Mallorca describió la "desconcertante" situación de la pandemia y aseguró que "lo más duro en estos meses ha ido ver a tantas persona que morían por la pandemia en las residencias de mayores, en hospitales o en sus propias casas".

"Tenemos la sensación de que han muerto demasiadas personas y ha sido especialmente dura la soledad en la que han muerto muchos de ellos y el desconsuelo que han dejado en sus familiares", dijo Taltavull al inicio de la misa que describió como "un último adiós comunitario a todas las personas que han muerto a raíz de la COVID-19 y a quienes han muerto por otras causas en este tiempo y que fueron enterrados casi en soledad".

Taltavull tuvo palabras de reconocimiento para sanitarios, autoridades, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, "todos quienes mantuvieron los servicios básicos en tiempos de confinamiento y también muchos sacerdotes que permanecieron a cargo de sus rebaños y se pusieron a su servicio", destacó el obispo.

"Ojalá aprovechemos este tiempo para crecer como personas y como sociedad", oró Taltavull.

En el altar se representó de forma simbólica a las víctimas, con velas encendidas formando el mapa de las cuatro islas, y pequeños cirios por cada fallecido.

En la homilía, el obispo dijo a los familiares de las víctimas: "Queremos estar a vuestro lado y acompañaros".

Destacó la labor de los profesionales sanitarios y sacerdotes que han asumido con "enorme capacidad de esfuerzo y humanidad" estar junto a los enfermos y las víctimas en sus últimos momentos.

"Estamos ante un mal global que nos iguala a todos y no respeta diferencias ni a nivel social, ni de edad, ni de credos religiosos. Es un aviso para que no pongamos más difícil la situación que de hecho pone en evidencia nuestra vulnerabilidad y deja en entredicho nuestras falsas y supérfluas seguridades", dijo Taltavull.

En momento de rebrotes apeló a la responsabilidad y a "ayudar de forma especial" a los jóvenes para que tomen más conciencia y sean solidarios en su comportamiento. "La situación que está creando la pandemia nos ha de hacer recapacitar y revisar nuestros comportamientos e inercias", pidió.

Agradeció "el servicio incondicional" de quienes han estado al lado de enfermos y víctimas "los médicos, enfermeros, sacerdotes dispuestos a acompañar en hospitales y cementerios, celadores y personal de ambulancias y cocina, recepcionistas, personal de seguridad y tantos otros abocados a responder con la ayuda y la solidaridad".

Reconoció también el trabajo de las autoridades y "la obra ingente de los voluntarios" que han atendido a quienes piden ayuda económica, psicológica y espiritual.

El obispo destacó que "para muchos, el valor de la familia ha constituido un descubrimiento" en estos meses difíciles y apeló a "confiar más los unos en los otros".

La misa concluyó con la plegaria que el papa Francisco ha repetido a lo largo de la pandemia.

Asistieron a la misa miembros de los colectivos que han estado en primera línea de batalla contra la pandemia, como representantes de las fuerzas de seguridad y sanitarios. Las lecturas de la misa las realizaron sanitarios como el doctor Joan Gili y la enfermera de Son Espases Maria Novo.

Estuvieron presentes autoridades como la presidenta del Govern, Francina Armengol; el presidente del Parlament balear, Vicenç Thomàs; la delegada del Gobierno, Aina Calvo; el alcalde de Palma, José Hila; el comandante general de Baleares, Fernando García Blázquez; así como los presidentes de los tres consells.

La misa funeral se celebró con restricción de aforo a 800 personas en la Catedral, con todos los asistentes separados entre sí y con mascarilla.

Pulsa para ver más contenido para ti