Era un fin de semana de principio de diciembre cuando aproveché una tarde relajada para leer algo desenfadado, y decidí escoger las revistas que Diario de Mallorca entrega con los periódicos. Sí, buscaba algo entretenido y fácil de leer para distraerme de una dura semana. Me equivoqué radicalmente, había escogido una revista titulada Salud y su primer titular era intrigante: "Buscando respuestas".

Me adentré en la revista buscando respuestas y las encontré. A la pregunta de si "volverán las viejas epidemias", la respuesta estaba en el antetítulo: "La guerra está comenzando otra vez, amenazan con resucitar las epidemias que otrora devastaron civilizaciones enteras". El reportaje tiene 17 páginas, con aportaciones de cinco profesionales distintos: médicos, catedráticos, profesores, investigadores... todos españoles, por lo que no se hablaba de algo que iba a ocurrir en África o Sudamérica, no, era en nuestro país. Desde aquí me atrevo a solicitar a Diario de Mallorca que vuelva a publicar cada una de las partes del conjunto del reportaje.

Voy a limitarme a citar algunos de los títulos: "Este año morirán en el mundo un millón de personas infectadas por bacterias, para esta nueva batalla necesitamos fármacos diferentes y herramientas novedosas"; "Virus la otra gran amenaza"; "Estamos abriendo otra vez la puerta a las enfermedades infecciosas"; "Este año ya matará en España a más de 26.000 personas , y si no tomamos medidas, pronto provocará más muertes que el cáncer"; "Necesitamos una Salud única para el mundo entero"; "Las enfermedades infecciosas han roto las fronteras, ¿estamos preparados?"; y acaba el reportaje con "Consejos para evitar el contagio". Curiosamente, el primero que indicaban, era el lavado de manos.

Evidentemente, el impacto fue brutal, y ocurrió algo que no me pasaba desde que abandoné la política. Pensé qué hacer si esto ocurre quince años antes, cuando ostentaba el cargo de conseller d'Economia, Hisenda i Inovació.

Lo primero que me planteé fue aprovechar el foro del Club Diario de Mallorca para invitar a varios de los autores a que explicaran los riesgos de las epidemias. Deseché la idea por la alarma que se podría crear en la población y en la economía balear.

Mi segunda opción iba por caminos más discretos: reunión con la consellera de Salut y algún investigador, expertos en microbiología, médicos de genética, etc. Y todo ello con discreción para validar lo publicado en la revista, porque los efectos sobre las personas y la economía balear serían importantes, aunque fuera una parte de todo lo expuesto.

En tercer lugar, pensé que, en cualquier caso, habría que elaborar un plan de previsiones y alertas. Y al estar en diciembre elaborando los presupuestos, tenía que incorporar un fondo de contingencia para el momento en que pudiera pasar algo parecido a una epidemia (jamás pensé en pandemias), y así al tener el primer aviso, saber los pasos a seguir y tener preparado un fondo de emergencia en los presupuestos para actuar.

Afortunadamente desperté de mi ensoñación, y sentí que no tenía ninguna responsabilidad, y que otros eran los que debían reflexionar. Eso sí, guardé cuidadosamente la publicación y la tengo a día de hoy. Al releerla entiendo la realidad que nos pasa mucho mejor que con las explicaciones de los actuales expertos. Sin hablar de Covid 19, porque no se sabía de su existencia, ya preveían el problema de las enfermedades infecciosas. En definitiva, demuestra que el mundo científico va muchos pasos por delante del mundo político actual.

Al estar todo el reportaje en una revista de salud editada no solo para Diario de Mallorca, sino para Prensa Ibérica, me pregunto: ¿nadie en todos los gobiernos estatal, autonómicos y municipales lo leyó? Y, si lo hizo, ¿se puso en contacto con algún periódico de Prensa Ibérica? ¿O es que la política actual no lee, ni piensa más que en el presente inmediato y en qué puede publicar en Twitter?

Mi reconocimiento y agradecimiento al profesor Rogelio López, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Ramón y Cajal; al catedrático de Microbiología, Bruno González; a Eduardo Costas, catedrático de la Complutense; a Victoria López, catedrática de Genética, y a Rocío Martínez, investigadora en Medicina familiar. Me gustaría que fueran ellos los expertos que asesoraran al Gobierno.

* Economista yeExconseller del Govern Balear