Las terminales de llegadas y salidas del aeropuerto de Palma, que habitualmente albergan un bullicio de actividad frenético, ayer estaban casi vacías. La alarma por el coronavirus y la cancelación de vuelos las dejó prácticamente sin gente. Los trabajadores así lo advirtieron: "La actividad ha bajado de forma importante y ya estamos preparados por si hay que cerrar el aeropuerto", destacaba un empleado de Son Sant Joan. En la estación marítima ocurría prácticamente lo mismo, pese a que algunos empleados de las navieras indicaron que "cuando sale el barco siempre se vacía y hoy hemos tenido un día con actividad".

Imagen inaudita de ayer con la terminal de facturación de Son Sant Joan desértica. B. Ramon

Raúl Gómez es un empleado de una empresa de logística de Son Sant Joan. Relata que desde hace días advierte cómo todos los sectores que trabajan en el aeródromo palmesano, principal puerta de entrada de Mallorca, están trabajando por si hay que clausurar el aeropuerto. "No nos han dicho nada en concreto, pero vemos que se está preparando por si hay que cerrar", apuntaba este trabajador.

Los taxistas Miquel Joan y Guillermo Mus mostraban su desolación ante la escasa actividad que ayer por la mañana se vivía en Son Sant Joan. "Hoy solo he hecho dos carreras y he ganado 30 euros, cuando lo habitual son unos 80", apuntaba Mus. No obstante, la principal preocupación de los taxistas es por lo que se avecina. Miquel Joan así lo apunta: "Este verano vendrá muy poca gente, la Semana Santa ya está perdida y nosotros vivimos prácticamente de lo que ganamos en verano". A todo ello hay que añadir que en abril el ayuntamiento permite trabajar a todos los taxis con licencia durante las 24 horas, por lo que los profesionales del volante temen que "este año nos vamos a repartir el hambre".

Cristina Baüer trabaja de guía y se quejaba de que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) no ha puesto desinfectantes en las terminales, ni tampoco información sobre el coronavirus. Esta profesional turística estaba esperando un grupo de viajeros de Alemania. Algunos de ellos bajaron con la mascarilla puesta. Una trabajadora de información del aeropuerto reconocía que está recibiendo muchas peticiones de desinfectantes.

Malik Moreno regenta la farmacia del aeropuerto y asegura que "mascarillas hace más de una semana que las hemos terminado y los proveedores ya no sirven". Añadía que básicamente "estamos vendiendo mucho gel desinfectante".

Una viajera comprando desinfectante en la farmacia de Son Sant Joan. B. Ramon

En la estación marítima de Palma, pese a que las navieras siguen su ritmo, también se respiraba un ambiente de escasa actividad. Ambas terminales estaban completamente vacías y las cafeterías cerradas. Los aparcamientos tenían muchos sitios vacíos e incluso los taxistas habían optado por buscar otros puntos para recoger clientes.

Jaime Vélez trabaja en las terminales marítimas desde hace muchos años y apunta que "es cierto que cuando zarpan los ferrys esto se queda vacío, pero estos días es evidente que la alarma está teniendo consecuencias en nuestra actividad".