La conselleria de Medio Ambiente del Govern ha iniciado la redacción del nuevo Plan Hidrológico, el documento que debe servir para regular y gestionar el ciclo del agua en las islas entre 2021 y 2027. Para poder acometer la elaboración de un documento tan complejo, la Dirección General de Recursos Hídricos ha realizado una fotografía de la situación en la que ha detectado que la presión humana que soportan nuestras islas saturan las depuradoras y ello conlleva a vertidos que terminan contaminando los acuíferos y las aguas costeras. De Iguazú al modo, el consumo humano de agua ha aumentado un 6,5% en el los últimos años, lo que da una idea del incremento de la presión humana sobre nuestros recursos hídricos.

Ante esta situación, el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, ha hecho un llamamiento a analizar y repensar los nuevos crecimientos urbanísticos de las islas "para tener en cuenta los recursos disponibles y porque la capacidad de carga de las depuradoras está en sus límites".

Mir ha recordado que en los últimos años se han invertido más de 250 millones del canon de saneamiento en mejorar la calidad del agua y que el problema de las depuradoras es que la mayoría de municipios tiene conectadas sus pluviales y ello satura aún más las estaciones de depuración. Ante esta situación ha pedido a los ayuntamientos que se impliquen en la mejora de sus redes de pluviales.

La directora general de Recursos Hídricos, Joana María Garau, ha explicado que de las 171 masas de agua de Balears, 55 se encuentran en buen estado, unas 44 en mal estado y otras 72 no se han evaluado. De todas formas, el mapa de mallorca sobre la situación de los acuíferos es ilustrativo. Se puede ver como toda la zona sur y el Llevant de Mallorca están en situación crítica, al igual que la bahía de Palma, el Pla de Mallorca y toda la bahía de Alcúdia. Prácticamente solo se salva la Serra de Tramuntana. Pese a ello, la situación es mejor que hace unos años en que solo 37 masas de agua eran aptas.