Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Invertir como vacuna frente a otra crisis

Fundación Impulsa pide a Administración y empresas que refuercen la inversión productiva ante los nubarrones económicos

Impulsa propone ayudas para que la oferta complementaria se modernice como los hoteles. B. Ramon

Las Administraciones públicas y el sector privado de Balears deben de reforzar la inversión productiva durante esta legislatura como mejor vacuna para evitar una nueva crisis, a la vista de la desaceleración económica que se está registrando. Esta receta es lanzada por la Fundación Impulsa, de la que forman parte tanto Govern como patronales y empresas, con una advertencia adicional por parte de su director, Antoni Riera: en el caso del sector público, ha llegado el momento de no seguir aumentando el gasto corriente, es decir, evitar más aumentos en el número de funcionarios, y apostar por unas inversiones que supongan una mejora de la competitividad y la productividad de las islas.

El informe de Impulsa pone de relieve que la economía del archipiélago ha crecido mucho durante el periodo 2014-2018, pero no lo ha hecho en la dirección adecuada. Así, las islas lideran las subidas vinculadas a la actividad económica y al empleo, pero se quedan atrás en la mejora de la renta per cápita, con un aumento de las desigualdades, y la mayor parte de ese incremento se ha hecho al margen de los servicios más vinculados al conocimiento y a las nuevas tecnologías. Como ejemplo, se señala que se ha centrado el crecimiento en traer a muchos más turistas, pero no en generar experiencias por las que los visitantes estén dispuestos a pagar más.

El resultado es que las islas no han reforzado lo suficiente su resistencia ante una nueva etapa de crecimientos económicos mucho más moderados.

Por ello, desde Impulsa se señala una docena de prioridades que Administraciones y empresarios deben afrontar durante los próximos cuatro años. Y la apuesta por una mayor inversión productiva aparece en lugar preferente.

Más inversión pública

Para empezar, Riera considera absurdo el planteamiento de que hay que bajar impuestos con carácter general, porque es necesario que la Administración aumente su capacidad inversora, y además lo haga en la dirección adecuada.

Tampoco se trata de subir impuestos, sino de que el sector público no aumente su gasto corriente y tome metidas para mejorar la productividad y la competitividad de las empresas. Otro ejemplo: en lugar de aumentar su cifra de funcionarios, lo adecuado sería mejorar tecnológicamente para agilizar la concesión de permisos a las empresas que quieren desarrollar nuevos proyectos y a su vez hacer inversiones.

Antoni Riera hace una advertencia: el consumo de las familias no va a aguantar en una fase de crecimientos económicos muy débiles y no va a poder actuar como motor económico. Para evitar la entrada en una nueva crisis, la vacuna van a ser precisamente esas inversiones públicas y privadas.

No todo pasa porque el sector público ponga dinero, sino que también debe ayudar a que sean las empresas las que lo inyecten. Ejemplo: la denominada Ley Delgado ayudó a que los hoteleros modernizaran sus instalaciones a cambio de ventajas como elevar sus plazas, y ahora el seguiente paso debería ser otra ley similar pero en este caso para que esa reforma la hagan los negocios de la oferta complementaria, al tiempo que las Administraciones deben de ocuparse de mejorar el entorno. O lo que es lo mismo, impulsar la colaboración público-privada.

Del mismo modo, las empresas deben redirigir sus inversiones no a producir más, sino a hacerlo mejor, con una apuesta por la eficiencia y la innovación. Ejemplo: los hoteles no deben de volver a cambiar su mobiliario o ganar plazas, sino aplicar avances tecnológicos para disfrute de sus clientes.

En este marco, se subraya la necesidad de ser selectivos en las ayudas a las empresas, de forma que éstas se concedan si las primeras desarrollan esas inversiones productivas y apuestan por su internacionalización.

Trabajadores cualificados

Todo ello debe de ayudar a hacer frente a otro problema de Balears: al apostar por la calidad y no por la cantidad, la mano de obra que se va a precisar va a ser más cualificada, evitando el fenómeno actual de la sobrecualificación, es decir, de licenciados haciendo de camareros porque ese es el único empleo que se ofrece, aunque también se subraya la necesidad de revisar el actual panorama educativo.

La receta de Impulsa incluye la apuesta por la adopción de las tecnologías que pivoten en torno a la digitalización, tanto en el ámbito público como el privado.

En cuanto a la industria, se indica la necesidad de redirigirla hacia a un uso intensivo de la tecnología, en ámbitos como la náutica.

También se señala el desarrollo de entornos productivos emergentes, como el marítimo, el medioambiental o la cultura.

El resultado de estas recetas debe de ser poner fin a la creciente vulnerabilidad de la economía balear, para reforzar sus 'defensas' ante cualquier coyuntura económica adversa, según subraya el director de Impulsa.

Porque el diagnóstico actual es que aunque en Balears se ha crecido más, en el conjunto de España y de la Unión Europea se ha crecido mejor.

Compartir el artículo

stats