Dos días después de que la camarera de pisos despedida denunciara a su pareja ante la Guardia Civil, un juzgado de instrucción de Manacor condenó al hombre por insultarla.

La magistrada, tras un juicio rápido, le impuso la pena de cinco días de trabajos en beneficio de la comunidad como responsable de un delito leve de injurias, así como la prohibición de aproximarse a la víctima, de 33 años, a menos de 200 metros y comunicarse con ella por un periodo de cinco meses por el temor que ella manifestaba.

El acusado reconoció los hechos. Según se declara probado en la sentencia, en fecha no determinada del mes de marzo de 2019 el hombre envió a su entonces pareja un mensaje en el que le decía "pedazo de puta". Esta expresión lesionó la dignidad de la mujer y atentó contra su propia estimación.

Según detalla la sentencia, el sospechoso infligió a la denunciante un trato degradante que menoscaba su fama y atenta contra su integridad moral.

La magistrada tuvo en cuenta "el temor manifestado por la víctima" y por ello impuso también al hombre la pena accesoria de prohibición de acercarse y comunicarse con la perjudicada durante cinco meses.

La jueza argumenta que los hechos declarados probados han resultado acreditados de la valoración en conciencia de la prueba practicada. Concretamente, destaca la declaración de la mujer, que se ratificó en la denuncia presentada, y narró "de manera firme y contundente" los hechos denunciados. Esta declaración reúne los requisitos exigidos por la jurisprudencia para ser tenida en cuenta como prueba de cargo. Su testimonio no queda desvirtuado por la declaración del hombre, quien reconoció los hechos, según la sentencia del 24 de mayo.