Balears cerró el pasado mes de diciembre con 41.260 empresas de alta en la Seguridad Social, una cifra que aunque supone un crecimiento respecto a la del ejercicio anterior, se mantiene por debajo de la que existía en 2007. Y eso pone en evidencia otro aspecto del actual funcionamiento de la economía de las islas: durante los meses de verano, el tejido empresarial del archipiélago alcanza récords históricos, pero en cuanto se marchan los turistas, la actividad cae con fuerza y sitúa el número de centros de trabajo por debajo del que existía antes de la crisis, cuando la construcción alcanzaba sus cotas más altas.
En concreto, esas 41.260 empresas mejoran la cifra del cierre de 2017, cuando se registraron 39.699, pero no logra mejorar la conseguida en diciembre de 2007, de 41.462.
A finales del pasado año, 32.102 de estas altas correspondían al sector servicios, 6.114 a la construcción, 2.868 a la industria y 175 a la agricultura. A ellas se suma una más no tipificada.
La comparación con la situación de diciembre de 2017 presenta mejoras en todos los niveles, ya que entonces había 30.825 empresas de alta en servicios, 5.848 en construcción, 2.858 en la industria y 167 en el sector primario.
La clave en la construcción
Pero si se enfrentan los datos de 2018 y los de 2007, el resultado es que solo los servicios logran superar la situación previa a la crisis. En el resto de los casos, sigue apareciendo una pérdida de tejido empresarial.
Y ahí esta la clave del descenso, según se apunta desde la patronal CAEB, ya que una vez se detiene la actividad vinculada al turismo por la marcha de los visitantes, no existe ningún otro sector con la fortaleza suficiente para sustentar el tejido empresarial de invierno en niveles similares a los que se daban hace poco más de una década, después del durísimo ajuste registrado por la construcción.
Hay que tener en cuenta que de las 41.462 empresas de alta en diciembre de 2007, 30.265 se enmarcaban en el sector servicios, lo que supone 1.837 menos que las registradas en cierre del pasado año (la diferencia se centra en buena medida en los negocios de hostelería y de restauración).
Pero la ventaja obtenida en estos momentos en este sector respecto a 2007 no es suficiente para compensar la caída que se mantiene en las empresas dedicadas a otras actividades, aunque se reconoce que en algún caso no se aspira a recuperar las cifras del pasado, como podía ser el caso del sector del ladrillo.
En 2007 se contabilizaron 7.655 empresas relacionadas con la construcción, 1.541 más que las registradas en la actualidad.
Respecto a la industria, antes de la crisis se alcanzaban las 3.163 altas en la Seguridad Social, 295 por encima del cierre del pasado año.
Finalmente, las altas en la agricultura eran entonces 379, 204 más que en la actualidad.
Diferencias en los servicios
En cualquier caso, el crecimiento empresarial que sí se mantiene durante el invierno en los servicios respecto a las cifras previas a la crisis no es uniforme. Porque frente a la intensidad del alza en la hostelería y la restauración, el comercio minorista presenta una evolución claramente negativa, lo que explica también el pesimismo que existe actualmente en esta actividad.
En concreto, en diciembre de 2007 estaban dadas de alta en la Seguridad Social 5.403 empresas de alojamiento y de comidas y bebidas, muy por debajo de las 6.206 con que se cerró 2018.
Sin embargo, en el caso del comercio se ha pasado de las 6.621 de 2007 a las 5.324 del pasado diciembre. Solo que en este caso. hay un agravante: la cifra de 2018 es incluso inferior a la de 2017, de 5.431, siendo uno de los pocos casos en los que la evolución actual sigue siendo descendente.
