Pedro Sánchez lanzó ayer un mensaje de esperanza a los centenares de damnificados por la intensa tormenta que afectó, sobre todo, a la localidad de Sant Llorenç que, de momento, ha causado una decena de fallecidos. "El Gobierno no dará la espalda a las víctimas". El presidente del Gobierno quiso ver con sus propios ojos los tremendos daños que ocasionó el fenómeno meteorológico, pero sobre todo quiso mostrar su solidaridad con los vecinos afectados por la tormenta y, en especial, a los familiares de las víctimas mortales. Sánchez viajó a mediodía a la isla. Acompañado por la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, se desplazó en coche hasta Sant Llorenç. Lo primero que hizo al bajar del vehículo, que se detuvo en el centro de coordinación, fue abrazarse a la presidenta del Govern, Francina Armengol, especialmente afectada por la tragedia. A continuación, el presidente del Ejecutivo saludó, tanto a los políticos que estaban reunidos en este centro de coordinación, como a los responsables del operativo de ayuda y rescate de las víctimas que han fallecido tras el desbordamiento del torrente. Sánchez entró en el vehículo desde el que se coordinaba todo el operativo.

"Mañana (por hoy) el Consejo de Ministros va a aprobar la declaración de Sant Llorenç como zona catastrófica, para que los vecinos afectados puedan recibir las ayudas económicas que necesitan", anunció Sánchez, que aprovechó sus declaraciones a la prensa para enviar a los familiares de las víctimas su "respeto, cariño y empatía". Para aprobar la declaración de zona catastrófica, Sánchez explicó que "se elevarán dos informes, uno del Ministerio del Interior y otro del de Administraciones Públicas, para hacer efectiva esta declaración".

El líder socialista se comprometió a que el Estado dedicará todos los recursos económicos con los que cuenta para poder ayudar a los vecinos que se han visto afectados por la tragedia, para "que puedan recuperar su día a día cotidiano".

Sánchez quiso agradecer el trabajo desplegado en Sant Llorenç por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como por los bomberos, militares, policías locales y voluntarios de Protección Civil. Aseguró que, para afrontar este tipo de tragedias, estaba funcionando el clima de colaboración que existe entre el Estado y el Govern, para poder dedicar todos los medios que precisaban las víctimas.

También se comprometió a que, una vez que se haya aprobado la declaración de zona catastrófica, las ayudas económicas se entreguen con la mayor celeridad posible, si bien pidió cierta comprensión debido a la gran envergadura de la catástrofe.

Sánchez, además de la zona de coordinación, se desplazó en coche hasta el área más afectada. Sin embargo, no pudo acercarse a las viviendas que sufrieron con más dureza las consecuencias del desbordamiento del torrente, dado que el acceso en coche era prácticamente imposible. Tras hablar con algunos vecinos regresó ayer tarde a Madrid.

Pablo Casado: “Todos estamos muy afectados por la tragedia”

Pablo Casado, presidente del PP, fue el primer político nacional que se desplazó ayer a Sant Llorenç para mostrar su solidaridad con los familiares de las víctimas y su apoyo a todas las personas que participaban en el operativo de rescate. “Toda España está en vilo y afectada por la catástrofe de Mallorca y en este momento no hay partidos políticos ni colores. Todos debemos ayudar para que esta zona de la isla recupere cuánto antes la normalidad y se ayude a las víctimas, aunque las pérdidas humanas no se pueden resarcir, sí que se pueden dar ayudas e indemnizaciones por parte del Estado para paliar los daños materiales”, expresó desde el puesto de mando instalado en Sant Llorenç. Casado se desplazó a la zona acompañado por el president del PP de Balears, Gabriel Company y por otros políticos de su partido. Sin embargo, su visita fue breve. Apenas duró unos quince minutos. Se marchó sin acercarse a las viviendas que habían quedado arrasadas por los efectos del desbordamiento del torrente tras las intensas lluvias. El político del PP, que estuvo hablando con los consellers Cladera y Vidal, que le informaron de las últimas novedades, anunció que esa misma mañana (ayer) su partido había presentado en el Congreso de los Diputados una proposición para que el área afectada sea declarada zona catastrófica y puedan canalizarse a las víctimas las ayudas del Estado.

Pablo Casado también explicó que en el avión que le trasladó hasta la isla coincidió con efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que se han “mostrado pesimistas sobre la posibilidad de hallar con vida a los desaparecidos, dada la gran acumulación de barro”. El político agradeció el trabajo de los equipos de emergencia.

Por otra parte, el diputado de Ciudadanos, José Manuel Villegas, junto a su compañero Xavier Pericay visitaron ayer tarde la zona afectada.