La Universitat no consigue localizar una treintena de obras artísticas de su colección, un patrimonio que roza las 300 piezas y que incluye nombres como Miquel Barceló, Antoni Tàpies, Maria Carbonero, Ramon Canet o Joan Brossa.

Las ausencias han sido detectadas a raíz del encargo hecho desde el Servicio de Actividades Culturales al Departamento de Ciencias Históricas y Teoría de las Artes a principios de este año.

La tarea fue encomendada a un par de alumnos, que trabajaron para revisar y actualizar el catálogo, añadiendo las últimas incorporaciones y comprobando los datos recogidos de las piezas ya inventariadas. Entre esos datos, los estudiantes certificaban si las piezas estaban en la ubicación que constaba en las fichas y no pudieron encontrar una treintena de las obras.

Este trabajo de actualización y revisión del catálogo se encargó además el año en que la Universitat prepara una exposición con motivo de los 40 años de la Universitat que incluirá 40 cuadros de ese catálogo (uno por año).

El rectorado está al tanto

El servicio de Patrimonio, dirigido por Pilar Maldonado, fue informado de que no se localizaban estas piezas a mediados del pasado mes de julio, en los estertores del curso. Tanto el rector Llorenç Huguet como la vicerrectora de Proyección Cultural, Joana Maria Seguí, también están al tanto de esta incidencia.

El catálogo consta exactamente de 298 elementos y está compuesto sobre todo de obras pictóricas, pero también incluye esculturas, carteles, fotografías, elementos y símbolos históricos de la UIB (como un birrete del siglo XVII o el estandarte de Ramon Llull) e incluso alfombras. También se han incorporado los murales pintados por distintos artistas en edificios del campus los últimos años.

La mayoría son cuadros

Las esculturas son las obras más conocidas (o al menos las más vistas) por la mayoría de la comunidad universitaria ya que están distribuidas por el campus al alcance de todos: ahí está la Moscafera de Joan Brossa; el Urizen de Ben Jacober (junto al Mateu Orfila) o el MoscaferaUrizenFoner .

Las obras pictóricas (que conforman el grueso de la colección) están por lo general ubicadas en despachos y dependencias institucionales, la mayoría en el edificio de Son Lledó (sede del rectorado y los servicios centrales de la Universitat).

Miquel Barceló, Antoni Tàpies, Juli Ramis, Joan Bennàssar, Maria Carbonero, Pep Coll, Ramon Canet, Pep Canyelles, Nils Burwitz o Joan Riutort, entre otros, suponen algunos de los nombres más notables del catálogo de una institución joven, que en este sentido no puede comparar su patrimonio artístico con el de universidades centenarias.

La mayoría de las piezas fueron adquiridas entre 1982 y 1992 coincidiendo con el traslado al campus y la construcción de Son Lledó. A partir de ese momento, el resto de bienes artísticos que ha ido sumando la Universitat han sido fundamentalmente gracias a donaciones (como por ejemplo las obras cedidas por artistas como Tàpies o Barceló por distintos aniversarios y celebraciones de la institución o por motivos solidarios).

La Universitat no tiene un almacén donde se guarden las obras: la aspiración del servicio de Patrimonio, Contratación, Infraestructura y Unidad Técnica siempre ha sido que todas las piezas estén colocadas.