La fiscalía Anticorrupción ha entregado un escrito en el juzgado de instrucción número 12 en el que propone que se abra una pieza separada sobre el grupo de la Policía Local de Palma creado para realizar funciones de espionaje.

Se trata del grupo SIAP, que estaba dirigido por el entonces comisario Rafael Estarellas, a quien también están investigando en la pieza principal del caso de la corrupción en la Policía Local de Palma.

El fiscal quiere que, además de Estarellas, también se incluya en esta pieza a la secretaria del comisario, Francisca G., una agente de la Policía Local que tenía en su poder unos documentos encriptados, en los que se sospecha que se guardaba la información sobre seguimientos secretos.

También se pretende que se juzgue a un tercer implicado. Se trataría del agente que tomó imágenes de una actuación contra el hijo de la que fue secretaria del entonces alcalde de Palma, Mateo Isern. El menor fue sorprendido mientras se fumaba un porro con unos amigos en un parque próximo al instituto en el que estudiaba.

Precisamente, fue esta actuación policial la que motivó el inicio de esta investigación paralela que llevaría a la cárcel a Estarellas y a su secretaria. En un cajón de un despacho se localizó un expediente que nunca se tramitó. Se trataba del atestado sobre la actuación que se realizó en este parque. Aunque eran varios los estudiantes que estaban fumando droga, al único que grabó la Policía Local fue al hijo de la secretaria de Isern. Sin embargo, este atestado nunca se tramitó. Pese a que se trataba de un menor, la Policía Local nunca informó a sus padres, ni planteó una propuesta de sanción. Como tampoco se informó de lo ocurrido al instituto donde estudiaba el menor. La droga intervenida, localizada en la única mochila que se registró, tampoco fue analizada. En el atestado apareció información privada de la secretaria del alcalde, con fotos de sus familiares.

El juez Manuel Penalva sospechaba que este grupo trabajaba para José María Rodríguez, ya que todos los agentes que fueron elegidos para formar parte de esta unidad, la mayoría sin ningún tipo de formación específica para este tipo de investigaciones, eran de la total confianza del que fue presidente del PP de Palma. Se creía que esta unidad trasladaba la información que recababa a Rodríguez para que después el político la pudiera utilizar para atacar a sus oponentes. De hecho, el principal rival que tenía Rodríguez para controlar la política que se desarrollaba en Palma era Mateo Isern. Los tres policías implicados en esta pieza serán acusados de un delito contra la intimidad, falsedad documental y tráfico de drogas.