El abogado Vicente Campaner, uno de los representantes judiciales de Bartolomé Cursach, amenazó el pasado viernes en una declaración como investigado al juez Penalva y al fiscal Subirán. "Van a pagar por todo lo que han hecho", dijo. Y aseguró también que "ni todos los jueces y fiscales de España lo van a impedir". El letrado, que asumió su defensa, tuvo que responder por la denuncia que han presentado tres testigos del caso Cursach.

Uno de los denunciantes es un empresario, antiguo empleado de Cursach, que aseguró que había recibido un mensaje telefónico que le enviaba el abogado Vicente Campaner que interpretó como una amenaza. El investigado reconoció la autoría de dicho mensaje, pero lo justificó diciendo que ni los jueces ni los fiscales estaban investigando a los testigos del caso Cursach, asegurando que todos ellos han mentido. Dijo también que no se está haciendo nada para investigar lo que está denunciando, para proteger a Penalva y a Subirán.

Sobre su contacto con el testigo,el abogado afirmó que lo hizo para tentar al empresario "a contar la verdad". Reconoció que le dijo al testigo que le estaban siguiendo unos detectives privados, pero que se trató de una mentira. Lo hizo porque el director de la discoteca Tito's le comentó que este testigo tenía muchas ganas de hablar.

Otro de los testigos que denuncia al abogado Campaner es la madame. Explicó que supo que la mujer quería dinero para marcharse y, además, él le había presentado una querella contra ella por denuncia falsa antes de que hubiera intervenido en el caso Cursach. Aseguró que en una conversación la madame le aseguró que "podía destrozar" a otro testigo del caso y que la mujer, según contestó al juez Florit, le dijo que los investigadores le marcaban las respuestas en sus declaraciones. Sobre el tercer testigo que le denuncia, un trabajador de Calvià, el abogado investigado lo calificó de "sinvergüenza" como consecuencia de unas declaraciones que hizo en un juicio, en el que le acusaba de ofrecerle dinero, cuando no era cierto. Reconoció ante el juez Miquel Florit la autoría de los mensajes que le envió a este testigo, a través de Facebook. Confesó que le había insultado y explicó en su declaración judicial que "se grabó a fuego" todas las declaraciones que realizó este testigo para atentar contra él. Incluyó al juez Penalva y al fiscal Subirán en esta conspiración para perjudicarle.