La Guardia Civil descubrió que la empresa de reclamaciones británica, implicada en la presunta estafa a hoteleros con falsas intoxicaciones, se comunicaba con los tiqueteros que en Mallorca trabajaban para Laura Cameron mediante un chat de internet. La empresaria inglesa afincada en Mallorca rechazó el martes ante la jueza María Pérez saber nada de ese foro de WhatsApp.

Según dos de los tiqueteros investigados, los datos de los turistas interesados en reclamar contra sus hoteles eran envíados por esa aplicación de mensajería a una empresa de reclamaciones de Inglaterra.

La Guardia Civil, pese a sus intensas pesquisas, no consiguió la filiación completa de los contactos en Gran Bretaña.