Algo ha cambiado en Més. El partido que gobierna Balears en coalición con el PSIB de Francina Armengol ya vuelve a respirar de otra manera. La división y la calma tensa que han marcado la formación desde que estallara el caso de los Contratos a su jefe de campaña, Jaume Garau, se asoman a su fin. El caso sigue su camino en los juzgados, pero las secuelas y heridas que dejó abiertas en el seno de Més con una brecha por hacerse con el liderazgo están a un paso de quedar superadas.
Los dos rostros que han capitaneado las dos corrientes en los últimos meses, Miquel Ensenyat y Fina Santiago, han dado esta semana un paso de gigante en las conversaciones y negociaciones que llevan meses manteniendo. Desde el mismo día en el que el presidente del Consell anunciara su intención de ser candidato al partido. El acuerdo del pasado lunes en la reunión de la Ejecutiva de que las primarias del partidolas primarias del partido elegirán también al número dos se traduce en un pacto por salir de la cita todos de la mano. El objetivo que se marcaron en Més desde que se sentaron a hacer cafés.
Han sido tantos cafés que la dosis de cafeína les daría para aguantar sin dormir hasta las primarias, el próximo 9 de junio. Sin embargo, como el líder del PP balear, Biel Company, pueden dormir tranquilos: no habrá navajazos. O al menos, ya no se esperan.
Unas reglas para el acuerdo
Las dos opciones entre las que deberá decidir la asamblea pasan por que la militancia elija quién quiere que sea el número uno y quién el número dos. El resultado es el mismo que si se hubiera apostado porque el perdedor fuera de número dos. Sin embargo, no se ha querido que ninguno de los dos vaya en las listas en condición de perdedor. La fórmula juega a favor de los dos: Ensenyat es el favorito y el acuerdo, de ser una realidad su victoria, puede revertirle en tener al partido mucho más cohesionado que si se hubiera optado por una guerra abierta. Mientras que Santiago se mantendrá en una carrera en la que no parte como favorita sabiendo que, en el peor de los casos, no saldría como perdedora sino como número dos. Un salto importante sólo cuatro meses después de haber sido vetada para la vicepresidencia del Govern cuando Biel Barceló dimitió por su viaje invitado a Punta Cana. La consellera de Servicios Sociales llegó a tener un sector del partido con el objetivo prioritario de que no fuera la candidata al Govern en 2019. Si sólo se presentan los dos tendría atado ser la número dos y conservaría opciones de ser candidata.
No obstante, todavía habría opciones de sorpresa si se impone la fórmula del ticket y entran de cada lado dos nuevos candidatos para ocupar los dos puestos de salida.
Presión por el consenso
La vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, única en el partido que opta hoy a ser candidata de Més al Consell, previsiblemente no tendrá rival por el número uno.
El acuerdo alcanzado sobre la bocina del último congreso para que hubiera un liderazgo compartido entre Bel Busquets -aupada por el PSM de la que es secretaria general- y Guillem Balboa -próximo a Fina Santiago- y una cúpula plural y de consenso, ya respondió a una voluntad de consenso en el seno de Més, donde ha habido voces, como el alcalde de Palma, PalmaAntoni Noguera, que han presionado para el acuerdo desde que ambos candidatos dieran un paso al frente para liderar Més.
Ahora, la assamblea de los ecosoberanistas deberá elegir la fórmula del acuerdo y dar el pistoletazo de salida a las primarias, a las que si Ensenyat y Santiago se presentan finalmente en solitario se prevén de guante blanco y con espíritu integrador. Lo que no significa que no vaya a haber algún codazo por hacerse ambos con la victoria. Ya avisó Miquel Ensenyat en una entrevista en este diario: "Unas primarias no son una excursión con las monjas".
