La Abogacía del Govern solicitó ayer al Tribunal Supremo que incremente las condenas impuestas a Iñaki Urdangarin, Diego Torres y Jaume Mataspor los delitos cometidos en Baleares en relación a los contratos recibidos por el Instituto Nóos entre 2003 y 2007. La acusación particular reclama así sendas penas de 6 años de prisión para Iñaki Urdangarin y Diego Torres y una condena de 4 años de prisión para Jaume Matas, que fue sentenciado por la Audiencia a tres años y ocho meses de privación de libertad.

El Govern solamente pide la condena por los delitos cometidos en Baleares y no por otros hechos perpetrados en Valencia o Madrid o por los delitos fiscales. Por esta razón, su petición de condena para el exduque de Palma es inferior a los diez años que la fiscalía del Tribunal Supremo solicita en su recurso de casación.

La Abogacía de la Comunidad Autónoma también solicita que los tres condenados devuelvan a las arcas públicas la totalidad de los fondos públicos desviados, es decir 2.650.566 euros, tal y como ya pidió en la vista oral celebrada el año pasado ante la Audiencia de Palma.

En concreto, a Iñaki Urdangarin y Diego Torres se les imputa un delito continuado de malversación de caudales (desvío de fondos públicos), en concurso medial con sendos delitos continuados de falsedad en documento público y falsedad en documento mercantil. Por este delito se reclama para el cuñado del rey Felipe VI y su antiguo socio una condena de 6 años de prisión y 15 años de inhabilitación absoluta.

Al expresident del Govern del PP Jaume Matas se le atribuye un delito continuado de malversación de caudales, en concurso medial con otros delitos también continuados de prevaricación y falsedad en documento público. La pena solicitada para el también exministro de Medio Ambiente en un Gobierno de Aznar es de cuatro años de privación de libertad, ligeramente superior a la impuesta por la Audiencia.

El Govern postula que Urdangarin se prevalió de su posición en la Familia Real para obtener fondos públicos por unos foros sobre turismo y deporte que no tenían ninguna utilidad para la sociedad.

Matas se plegó a los deseos de Urdangarin sin fisura alguna.