A los isleños les ha entrado la obsesión por el ahorro, al menos a aquellos que se lo pueden permitir. Los depósitos que familias, empresas y administraciones públicas de Balears tienen en las entidades financieras alcanzaron al cierre del pasado año un valor de 23
Este año está batiendo todos los récords. La cifra más alta de la historia de las islas por lo que a depósitos bancarios se refiere se alcanzó durante el pasado verano, con 33.888 millones de euros, época de máxima actividad económica y en la que habitualmente se registra el volumen de ahorro más alto de cada año, pero la llegada del otoño ha supuesto mantener esta tendencia, con la cifra de depósitos más alta de la historia durante un cuarto trimestre.
Lo que está sucediendo, según destacan los economistas, es que las familias han cambiado sus hábitos de consumo a causa de la crisis, pero también aparece un factor de incertidumbre: las empresas están ingresando dinero como nunca de la mano de un sector turístico que atraviesa sus mejores momentos, pero se ha pisado el freno de las inversiones ante los temores que se abren en torno a aspectos como el Brexit, la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos o factores más locales como la existencia de un Gobierno autonómico al que se achacan medidas más restrictivas en el ámbito económico.
Esos temores alcanzan igualmente a las familias, con la inestabilidad del empleo como uno de los factores clave pero también por las dudas que se generan en torno a las futuras pensiones, lo que limita el consumo que realizan los residentes.
El resultado es que si en 2011 los depósitos de los isleños habían caído hasta los 18.734 millones de euros, un lustro después superan los 23.000 millones. Y aunque los salarios no aumentan, sí hay un factor que está elevando la renta de las familias: el aumento de los que disponen de un puesto de trabajo entre sus miembros.
Otro elemento que está cambiando es el destino de esos ahorros: los depósitos a plazo evolucionan a la baja por su escasísima rentabilidad, mientras engordan los de ahorro y a la vista, ya que aunque la rentabilidad es nula, al menos permiten disponer de ellos en cualquier momento.
Hay que tener en cuenta que una parte del dinero balear no aparece en estas cifras y se encuentra en otras fórmulas de ahorro, como los fondos de inversión. Estas reservas, que no aparecen en el informe del Banco de España, se cifran en torno a un 20% del total.
La deuda se reduce
Mientras el ahorro crece en Balears, la deuda desciende. El valor de los créditos pendientes de devolución es de 31.551 millones de euros, con una ligera reducción del 1,4% durante el último año, provocada por las Administraciones públicas, ya que el endeudamiento del sector privado vuelve a subir muy ligeramente. En cualquier caso, la citada deuda queda ya muy lejos de los más de 46.000 millones de 2008, 2009 y 2010.
