La primera vez que me contaron la fantasmagoría de Sa Nostra en Miami, con 50 millones perdidos en inmuebles inexistentes, me resistía a publicarlo porque me parecía excesivo incluso en la historia del disparate de la caja.
De hecho, la estafa a Mallorca entera en Miami sirvió para que el Banco de España tomara como ejemplo a Sa Nostra en conferencias internacionales. En concreto, la citaban como símbolo universal del desastre en la gestión de las cajas. El famoso consejo de la entidad explicó que habían traducido erróneamente del inglés, confundiendo opción con compra. Aquí nadie habla idiomas.
La segunda sentencia a una pretensión absurda mantiene el drama. "El consejo no puso reservas al proyecto" es el lema de Sa Nostra, que no tiene nada que envidiar a Bankia. La única diferencia es que aquí no pagará nadie y en Bankia han encerrado al consejo en pleno.
