Los consellers de Més, del PSOE, Podemos y El Pi no se amilanaron ayer en el pleno del Consell y aprobaron la declaración firme del 31 de diciembre como Diada de Mallorca. Lo hicieron levantando la mano en una decisión histórica y entre las protestas de una treintena de anticatalanistas que clamaban contra el "pancatalanismo" y contra la unidad de la lengua catalana. El PP y Ciudadanos se sumaron a las tesis de estos últimos y votaron en contra del cambio de fecha.

Hasta el momento la Diada de Mallorca se había celebrado el 12 de septiembre, una fecha aprobada en tiempos de Maria Antònia Munar en la que se conmemoraba el juramento de los privilegios del reino de Mallorca por parte de Jaume II. No obstante, este fecha nunca tuvo el arraigo y el clamor popular deseado. Por ello, en octubre y a propuesta de El Pi, se puso en marcha pasarla al 31D.

Después de importantes divergencias en el Pacto, la labor de Més, y en especial del presidente de la comisión de la Diada Lluís Apesteguia, llegó el consenso mediante argumentos históricos de calado para cambiar la efeméride. El 31de diciembre de 1299 Jaume I entraba en Madina Mayurqa y conquistaba la isla. Durante siglos fue la gran fiesta de Mallorca y con el decreto de Nueva Planta la asumió el ayuntamiento de Palma. Es considerada una de las fiestas más antiguas de Europa y así lo pusieron de manifiesto más del 80% de historiadores y expertos consultados por la institución insular.

Entre los asistentes al pleno por el bando anticatalanista cabe destacar a la exdiputada Ana María Aguiló o al catedrático Román Piña. Por parte de los partidarios al 31D estaba la plana mayor de Més, con el vicepresidente Biel Barceló a la cabeza y el teniente de alcalde de Palma, Antoni Noguera.

En principio, Podemos y el PSOE se mostraban reticentes a aceptar el 31D, ya que desde finales de los años 70 la fiesta del Estandard se había convertido en una reivindicación de los sectores nacionalistas. Ciudadanos y PP hicieron suyo este argumento para votar en contra.

Antes de iniciar el pleno de la institución insular intervinieron las diferentes entidades. En contra tomó la palabra Joan Font, en representación de la Fundación Jaume III. Lamentó que este cambio de fecha sea el triunfo del "pancatalianismo" y recordó que "en los años 80 ya pusieron la primera piedra para llamar catalán a nuestra lengua".

A favor habló Aina Vidal, portavoz del Club Blanquerna, quien destacó la historia, la tradición y las raíces del 31D. Asimismo, el expresident Cristòfol Soler, en representación de la Asamblea Sobiranista, también dejó claro su posicionamiento a favor de la nueva fecha y recordó que al 12 de septiembre "le falta justificación".

Durante la intervención de Margalida Font, en representación del sindicato Stei, se vivieron los momentos más tensos y el vicepresidente del Consell, Francesc Miralles, que ayer presidía el pleno por ausencia del presidente Miquel Ensenyat, tuvo que llamar la atención al público. Font recordó que con Jaume I el 31 de diciembre de 1229 llegaron los padres de Ramon Llull y reivindicó la unidad de la lengua catalana que también llegó a Mallorca con este rey. Estos comentarios levantaron los murmullos de los anticatalanistas concentrados con pancartas.

Apesteguia fue el encargado de iniciar el debate político como presidente de la comisión de la Diada. El portavoz de Més habló de "los símbolos importantes" para Mallorca que representa el 31-D en contraposición con la "falta de sustrato popular del 12 de septiembre". Agradeció al conseller Antoni Amengual, de El Pi, el trabajo realizado y acabó recordando que el 31D se celebra el "nacimiento de la mallorquinidad".

La portavoz de Ciudadanos, Catalina Serra, le replicó: "Todos sabemos lo que representa el 31 de diciembre para los nacionalistas, una especie de entrada de los mallorquines dentro de un universo catalán".

Antoni Amengual (El Pi) se refirió a la "reivindicación de la mallorquinidad con la Diada", recordó el amplio consenso entre historiadores a favor del 31D y lamentó que el PP no quisiera apostar por el consenso. Amengual puso la nota de humor al debate: "Si Jaume I hubiera sabido que ahora tendríamos este lío, seguro que hubiera modificado el testamento de sus hijos para aclararlo".

Iván Sevillano (Podemos) y Miquel Àngel Coll (PSOE), formaciones que en principio se habían mostrado reticentes, ayer apostaron sin fisuras el 31D y destacaron el calado histórico de la fecha.

Todos los grupos coincidieron en que será preciso el máximo consenso con Palma para coordinar y colaborar en la organización de la fiesta. El Consell ya ha decidido que realizará la entrega de medallas otra jornada para no coincidir con Cort.

El pleno acabó con el lucimiento de banderas y aplausos por parte de los partidarios del 31D.