La auxiliar de la residencia de mayores de Eivissa, Can Blai, que cambió la alimentación a una usuaria que luego falleció, quedó ayer en libertad, pero continúa imputada de un presunto delito de homicidio por imprudencia profesional.

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) informó que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, en funciones de guardia, tomó ayer declaración a la trabajadora, en calidad de detenida, por la muerte una interna a principios de abril. La mujer declaró por suministrar una dieta diferente a la usuaria de 89 años, que tenía pautado por indicación médica que la comida se le administrara triturada, y que falleció atragantada por el cambio de alimentación. La trabajadora quedó libre, pero continúa imputada en el procedimiento.

La Conselleria de Asuntos Sociales, que puso en conocimiento de la Fiscalía los hechos por recomendación de la Abogacía de la comunidad, expresó ayer su respeto al "proceso judicial", y recordó que el mismo se sitúa al margen del procedimiento administrativo.