El hospital Juaneda Miramar, de la mano de radiólogo intervencionista Miguel Casares, ha realizado recientemente la primera intervención contra un tumor maligno con una técnica minímamente invasiva -abordaje percutáneo- y conocida como ablación por microondas.

El especialista explica que al paciente se le somete a una ecografía o a una tomografía para determinar el lugar exacto del tumor. Una vez localizado con precisión, se emplea la técnica percutánea que, aclara el doctor Casares, consiste en acceder al tumor por un orificio aún más pequeño que los que suele emplear la cirugía laparoscópica, también mínimamente invasiva.

"Introducimos una aguja un poco más grande que las que se emplean para las extracciones de las analíticas y la conducimos hasta el centro del tumor. Una vez allí, la conectamos a un aparato que calienta el tejido al que ha llegado la aguja y consigue, por coagulación, la muerte de las células del tumor", relata gráficamente todo el proceso el radiólogo intervencionista de la red asistencial Juaneda.

Este especialista añade que esta técnica es susceptible de ser aplicada con los tumores hepáticos primarios o en fase metastásica (ya extendidos), con los renales, con los tumores de partes blandas y óseos y con algunos cánceres pulmonares, a pesar de su habitual incierto pronóstico.

"Lo que básicamente perseguimos es llegar a la curación sin recurrir a la cirugía. Matar todas las células cancerígenas sin tener que abrir al paciente", puntualiza el doctor Miguel Casares, que añade que se pueden tratar hasta cinco tumores hepáticos a la vez en el mismo procedimiento y, lógicamente, con cinco punciones.

Esta técnica no precisa de anestesia general pero sí local y una sedación del paciente ya que, admite el especialista, "el proceso es doloroso". Este procedimiento, denominado técnicamente ablación tumoral percutánea con microondas, se ha realizado por primera vez en la sanidad privada balear.

Y esta primera intervención se hizo la pasada semana para tratar un tumor hepático primario (no extendido) ubicado en el centro del hígado, especifica el radiólogo, que añade que, además, no era abordable por una cirugía abierta convencional. Y es que esta es otra de las ventajas de la ablación tumoral percutánea.

"Nos ofrece los mismos resultados que los del quirófano con tumores de unas dimensiones por debajo de los 3,5 centímetros", matiza el especialista, que admite que con tumores más grandes todavía no existen evidencias de los resultados de esta técnica mínimamente invasiva.

"Estás un solo día ingresado y luego te vas a tu casa sin cicatrices. El material es caro pero, a la larga, esta técnica sale más barata que la cirugía abierta y provoca menos comorbilidad (problemas asociados) ya que los pacientes no sufren infecciones pulmonares ni otras infecciones en la herida abierta por la operación. Haciendo un cómputo global, esta técnica sale más barata", concluye el doctor Casares no sin antes reiterar que se trata de una alternativa curativa sin cirugía para pacientes a los que no se les puede poner anestesia general por problemas pulmonares o cardiacos o para aquellos que, al haber sido operados con reiteración, intervenirles otra vez simplica un riesgo.