Siempre es un placer plagiar a Stefan Zweig, aunque solo sea en el titular. En sus Momentos estelares de la Humanidad, el escritor austriaco cuenta la caída de Constantinopla o la derrota de Napoleón en 1815. Aquí, en justa proporción de talento, nos limitaremos a recrear y/o reinventar los fugaces instantes de gloria efímera de unas elecciones en una diminuta isla con apenas influencia en el devenir de la política de un país secundario en el concierto internacional.
Un espectador del segundo debate televisado de IB3 entre los seis cabezas de lista al Congreso despierta tras una hora dormitando en el sofá. En este momento escucha a Fernando Navarro, caballero andante de Ciutadans -¿o solo es Ciudadanos?-, que pronuncia la frase "vaya, me he quedado sin tiempo". El espectador, que momentos antes de caer en los brazos de Morfeo había escuchado el mismo argumento, reflexiona: "Vaya, he dado una cabezadita".
Ramon Socías con su genial olfato político proclama que Podemos no les ganará en votos: "El sorpasso solo nos lo está dando por la derecha". Replicaba así a un recién llegado a la política sin puñetera idea de cómo funcionan las cosas. Un tal Juan Pedro Yllanes que hace poco más de un mes lucía toga en la Audiencia Provincial. El susodicho ignorante había asegurado, apenas dos días antes: "El sorpasso al PSOE balear está ya garantizado". Al acabar el recuento, los morados aventajan en 22.874 votos y casi cinco puntos porcentuales a los rojos descoloridos.
El susodicho Yllanes se dirige "a la sala" durante el debate celebrado en el Club Diario de Mallorca. El candidato de Podemos se sorprende de que los abogados defensores de PP y los fiscales del PSOE le repliquen. Uno no deja de ser juez de la noche a la mañana.
La noche del 20 de diciembre Francina Armengol reúne a sus cerebros -es un decir- para analizar los comicios. A falta de ideas nuevas, Cosme Bonet repasa el manual: "Échale la culpa a Madrid, eso siempre funciona". Francina sale a dar la cara y responsabiliza a las dinámicas nacionales de los malos resultados en Balears. Los socialistas han perdido 40.000 votos y diez puntos porcentuales de apoyo social en cuatro años y solo se les ocurre darle la culpa a Pedro Sánchez. Porque, en este caso, Madrid es Sánchez.
En el PP vibran. "Con Isern tenemos asegurado el tercer diputado, vamos a por el cuarto". Los resultados demuestran que a punto estuvieron de quedarse en dos y de que los de la coleta les rebanaran la barba.
Antoni Verger asciende al Puig de Santa Magdalena dos días después del 20-D. Le acompañan Biel Barceló y su suegro. El día es despejado y sus ojos recorren la circunscripción. Desde Palma a Cala Rajada. Desde Alcúdia a Santanyí. Con voz de bajo profundo, como el Sarastro de La flauta mágica, se dirige a la inmensidad del paisaje: "Pueblo mallorquín, ¿con quién me has traicionado?, ¿a dónde han ido mis votos de mayo?". Su suegro se acerca discretamente y le susurra unas palabras al oído: "Me los han dado a mí".
Todos los diputados electos por Balears, salvo el de Ciudadanos, van juntos a pedir que se mejore la financiación autonómica. El presidente se fuma un habano.
Lunes 28 de diciembre de 2015. La Asociación Solidaria Española de Reporteros Exhaustos, Jorobados y Extenuados (ASEREJE), la Comunidad de Ciudadanos, Cansados de Comicios al Congreso, a las Comunidades y a los Consistorios (CCCCCCC) y el Colectivo de Aburridos en la Mesa (electoral) así Presidentes como Secretarios y Asociados (CAMPSA), se reúnen en sesión conjunta y extraordinaria. Al final de la asamblea emiten un comunicado histórico: "Señores políticos, sepan ustedes que si en seis meses vuelven a convocar elecciones, les corremos a gorrazos".
