­De “ofendidos” a resignados en menos de 24 horas. Después de anunciar una rebelión ante la dirección estatal, el PP balear se corrige a sí mismo y desiste de exigir que Álvaro Gijón vaya de número 4 en la lista a las generales, pese a que fue elegido por votación y no a dedo. “Este espectáculo no es bueno”, justificó el concejal en Cort y diputado autonómico la necesidad de huir de distracciones y concentrarse en la campaña electoral. “No merece la pena”, añadió.

El comité de dirección del PP balear, reunido de forma urgente ayer a las cinco, acordó “dar todo el apoyo a Gijón, pero acatar las decisiones de Madrid”, resumió el presidente del partido, Miquel Vidal. En medio del denso misterio que rodea a este nuevo vodevil en casa de los populares de las islas, estos asumen ahora el veto al hijo político de José María Rodríguez. Solo que “no renunciamos al derecho a saber” las causas, “cuando toque”, aseveró Vidal, cuya autoridad ha quedado en entredicho.

La mano negra que ha vetado a Gijón continúa sin dar la cara. La única explicación que Génova ha dado a dirigentes y cargos destacados de la formación en Balears es que hay “razones de mucho peso” que justifican la exclusión del rodriguista, pero por el momento no las desvelan.

Informes negativos

El interesado le ha “dado vueltas y vueltas” y no las encuentra. “Mateo [Isern] me ha dicho ahí arriba que no ha tenido nada que ver, y yo le creo”, apuntó Gijón tras la ejecutiva. El exalcalde de Palma le ganó la votación para ser el cabeza de lista y es el principal señalado por los rodriguistas como responsable de la exclusión.

Preguntado por la segunda, la eurodiputada Rosa Estaràs, Gijón fue menos condescendiente: “Con ella no he hablado, pero para ser claros, a mí Madrid no me conoce, por tanto alguien de Balears ha tenido que ir y dar motivos” en su contra que “se han creído”, enfatizó. “Alguien de aquí ha ido y ha comentado cosas, estoy convencido”, insistió. “Yo espero que Madrid me las cuente, yo creo que lo hará”, dijo mostrarse confiado Gijón.

La tesis de que la dirección del PP estatal ha actuado ante el riesgo de una imputación judicial a Gijón tiene para él poca o ninguna verosimilitud: “Para mí no es agradable que se especule sobre eso, no entiendo por qué se me pueda imputar, no se me ocurre un motivo”, defendió su gestión a lo largo de su trayectoria pública.

“Si en este país alguien sabe por adelantado que va ha haber una imputación de otra persona, eso es como mínimo peligroso”, reflexionó el diputado autonómico. En cualquier caso, “yo no me hubiera presentado” a las ‘primarias’ contra Isern “si alguien me hubiera dicho” antes que va a ser encausado, añadió. “Creo que no va a ser nada de eso”, expresó su convencimiento Gijón. “Seguro que tiene que haber una explicación más sencilla”, remató, reiterando que él a día de hoy no está imputado.

Fuentes presentes en el comité de dirección explican que fue el propio Gijón quien, “después de catorce intervenciones de apoyo, ha pedido dejar ya este tema y ha convencido a Rodríguez para que diera su brazo a torcer”, desactivando así el conato de rebelión entre el PP local y el nacional. Los rodriguistas sabían que tenían perdida esta batalla; más allá de las causas reales del veto, Génova no iba a rectificar y ello no suponía una derrota considerable puesto que los conservadores tienen asumido que no sacarán por vez primera en su historia los cuatro diputados por Balears.

“No ha sido agradable, es duro”, se sinceró el vetado, pero a las puertas de unas elecciones “llevamos varios días no hablando del candidato, hablamos del número cuatro, y esto es absurdo”, afirmó Gijón. “Més y el PSOE se jactan de estar presentando sus propuestas para el 20-D ‘mientras el PP se pelea’, van pregonando”, abundó en el error estratégico de estar dando alas a los partidos rivales.

Sobre el porqué de este giro repentino, Miquel Vidal negó que se deba a que el PP balear deja solo a los rodriguistas un día después de anunciar el desafío -“de todo el partido, no solo del PP de Palma”, recalcó Rodríguez- a Génova. “De ayer a hoy [por el miércoles al jueves] lo que ha cambiado es que reconocemos que somos un partido nacional y la competencia de decidir las listas del Congreso y del Senado es del comité electoral nacional”, justificó el presidente el pasar del plante frente al ninguneo a la genuflexión.