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Entrevista

Álvaro Gijón: "Ni soy heredero de Rodríguez en el PP ni la antítesis de Isern, no soy un florero"

Álvaro Gijón posa subido a su moto para esta entrevista frente a la sede del PP. B. Ramon

Llega sonriente a la entrevista y se esfuerza en romper la imagen de político envarado. Él mismo propone que se le fotografíe con su moto, quizá para reforzar su afirmación de que forma parte del relevo generacional que se está produciendo en la política. Nacido en Granada en 1973, Álvaro Gijón llegó en los años 90 a Mallorca. Tras acabar la carrera de Económicas, trabajó en la República Dominicana con RIU hasta que en el año 2000 entró como director técnico del área de infraestructuras en el Ayuntamiento de Palma. Ahí conoció a su mentor político, José María Rodríguez. En 2003 entró en la lista electoral de Catalina Cirer como número 11 y a los pocos meses la entonces alcaldesa le incorporó a su equipo de gobierno municipal. A partir de ese momento, su carrera política fue en ascenso y con Mateu Isern se convirtió en el número dos de Cort. En 2012 asumió la secretaría general del PP de Palma y se le considera el sucesor de Rodríguez al frente del partido.

-José María Rodríguez, al verme entrar a la sede del PP con usted, me ha dicho textualmente: "trátelo con cariño, que es mi persona".

-Desde que estoy en política he estado a su lado. Es evidente el cariño que me tiene y el respeto mutuo. Es una persona con la que me siento absolutamente cómodo y que me ha enseñado mucho en todo lo que es la política. En contra de lo que mucha gente piensa, creo que es una de las personas más dialogantes y con la que es más fácil llegar a acuerdos. Eso en política también es fundamental. He aprendido mucho de eso.

-Menos con Isern.

-También con él. Isern fue el alcalde de Palma entre otras cosas porque la Junta Territorial de Palma del PP le apoyó, y quien le apoyaba era José María Rodríguez. Incluso cuando no estaban de acuerdo, Rodríguez era muy respetuoso con las decisiones que debía tomar el alcalde.

-Muchos le ven a usted como el heredero de Rodríguez para controlar el PP de Palma. ¿Se identifica?

-A mí no me gusta eso de heredar. Por mi formación y manera de ser, soy una persona que se implica, que pelea lo que cree que tiene que pelear, con ideas y criterio propios y, desde mi punto de vista, con sentido común. El partido no se hereda. Yo no me considero heredero de nadie. Cuando llegue el momento de renovar los órganos del partido será por el sistema de un afiliado, un voto. Entonces, los que quieran dar el paso y hacerse cargo de lo que tenga que ser el partido tendrán que presentarse ante los afiliados y convencerles.

-¿Usted dará ese paso?

-En política, un año es una vida entera. Hasta que se renueve la Junta Territorial de Palma, tiene que pasar primero la renovación de la Junta Nacional, la del PP balear y la de la Junta insular. Después vendrá la Junta de Palma, antes de verano de 2017. En política eso es mucho tiempo.

-¿Y si fuera ahora?

-Si le soy sincero, creo que en estos momentos hay un equipo municipal liderado por Marga Durán, que lo está haciendo muy bien. Me tendría que plantear muchas cosas que como no es necesario, porque no es el momento, no me las planteo. Hay algo que en mi opinión es muy bueno y es que no necesariamente la presidencia de un partido y la candidatura tienen que coincidir. Eso necesita tener cierta base democrática para asumirlo, tanto por parte de quien dirige el partido como por parte de quien representa al partido ante los ciudadanos erigiéndose como candidato. Creo que falta aún mucha cultura democrática, en general en España y en particular en el PP, aunque no creo que en esto estemos mucho más atrás que los demás partidos. No obstante, insisto en que es un planteamiento que no me tengo que hacer porque todavía no toca.

-Esa bicefalia con Isern no funcionó precisamente bien.

-En los temas fundamentales si funcionó. El grupo municipal no necesita tutela de ningún tipo en todo lo que sea cumplir el programa electoral. Todo aquello que no esté incluido en un programa electoral, tiene que decidirlo el partido. Si todos tenemos claro esto, no tiene por qué haber ningún problema.

-¿Alguien no lo tenía claro?

-Hubo una serie de temas en los que tuvimos discrepancias. Por ejemplo, con la ampliación o no del Puerto del Molinar. El programa electoral decía una cosa y el equipo de gobierno pensaba otra. Creo que en esos momentos el que debe decidir es el partido. Para que un equipo de gobierno sea equipo de gobierno tiene que estar avalado por un partido, que es el que tiene que defender los criterios e ideas y que se ha basado en un programa electoral. Hace falta cultura democrática. Cada uno tiene que asumir su papel. El grupo municipal y el partido tienen que ir de la mano. En el momento en el que no van de la mano, eso chirría y no funciona.

-Su nombre figura entre los posible candidatos del PP a las elecciones generales, junto al de Isern, Borrego o Ramis.

-Eso ya pasó hace unos años cuando se decidió quién debía ser el candidato a la alcaldía. En aquellos momentos se hablaba de mí como candidato y al final fue Isern porque lo decidió el partido. Esta vez será exactamente igual, lo decidirá el partido.

-¿Y usted quiere serlo?

-A mí me hace mucha ilusión, evidentemente. Se está produciendo un cambio generacional del que formo parte y que se está traduciendo en que gente de mi generación está en puestos de responsabilidad a nivel nacional en la política. Me siento muy identificado con ese cambio generacional. Además creo que aún se pueden hacer muchas cosas desde el Congreso respecto a Balears. Creo que puedo aportar cosas porque tengo ilusión, juventud y ganas. Dicho esto, no lo voy a decidir yo sino el partido y el que decida el partido tendrá mi respaldo y aprobación. No hay que dramatizar las cosas. Lo que sí creo, insisto, es que se está produciendo en la política un cambio generacional como no se había visto desde los años ochenta y yo formo parte, guste o no guste, de ese cambio. ¿Eso significa que deba ser el candidato?. No, pero sí creo que puedo aportar. A partir de ahí el partido decidirá y yo nunca seré un problema."Me gustaría ser candidato al Congreso. Guste o no guste, formo parte del relevo generacional político"

-Quienes apoyan desde el PP de Palma la opción de que sea usted lo hacen para impedir que lo sea Isern.

-Es injusto. Me niego a que yo solo sea o bien el sucesor de José María Rodríguez o la antítesis de Isern porque dicen que a Isern no le quieren, algo que además no es cierto. Me niego a ser eso. Que alguien compare mi currículo con el de cualquiera. No diré que es mejor, pero en ningún caso peor. Tengo experiencia suficiente, he estado cuatro años junto a Isern como número dos, como teniente de alcalde, y creo que aporté bastante a ese equipo de gobierno municipal. Tengo la suerte de haber trabajado con Fageda y con Cirer como alcaldes. No soy un florero. Los que me conocen saben que soy bastante guerrillero cuando hay que serlo y bastante contundente. Sinceramente, al final que se decida lo que se deba decidir en función de la capacidad de cada uno. Si tiene que ser Isern, bienvenido. En todo caso, lo que ya ha quedado claro es que Génova no impondrá al candidato balear y que será el partido en las islas el que decida.

-Esa versión sale de sus propios compañeros del PP.

-Evidentemente. Sé perfectamente de donde sale todo eso. Cuando alguien usa la palabra rodriguista, o nacionalista, o españolista o regionalista, siempre ha salido de aquí dentro, del PP. Muchos creen que así se etiqueta rápidamente a alguien, como si todo se redujera a esa clasificación. Sé que todo eso sale del partido, pero es una visión cortoplacista. ¿Que a alguien le puede dar rédito a corto plazo? Seguramente. Pero será solo rédito personal, no para el partido.

-¿Se deja querer por los críticos del PP? Desde sus filas ven posible llegar a acuerdos con usted.

-No me dejo querer especialmente. No tengo la conciencia de haber cambiado nada de mi manera de ser para llegar a conseguir nada, al menos conscientemente. Puedo llegar a acuerdos con todo el mundo porque soy bastante dialogante. Intento llegar a consensos, aunque no siempre sea posible. Lo que tengo que decir lo digo a la cara, no voy por detrás. He hablado abierta y francamente con Bauzá, como con Isern, con quien he discutido mucho pero desde la lealtad. Tengo un profundo respeto por él. Si llega el momento llegaré a acuerdos con todos porque son de mi partido. Lo que no podemos es caer en el error de pensar que estamos discutiendo aquí con gente que no son de los nuestros."No quiero formar parte de ese ´vamos a matar a Bauzá´, aunque haya estado en desacuerdo con él"

-¿Cuál fue su postura con la Ley de Símbolos? ¿Abstenerse, votar a favor o en contra de la derogación?

-Mi planteamiento era que o bien nos oponemos a la Ley de Símbolos porque no ha servido para lo que queríamos o la defendemos porque creemos que se hace un uso de los símbolos que no es el normal. En lo que no estaba de acuerdo era con la abstención. Si me pregunta si la Ley de Símbolos ha servido para algo, es evidente que no. Ahora, no es normal lo que ha pasado o esta pasando en los colegios con este tema. Desde lo público has de intentar ser lo más aséptico posible. En tu casa cuelga lo que quieres, pero en un colegio hay que intentar que no se haga ningún tipo de ostentación que incite a algo. La ley de Símbolos es evidente que no ha servido para lograrlo, pero sí creo que hay que ponerse de acuerdo para que no se repita. Los colegios no han de servir para eso.

-Al finar su partido no participó en la votación. ¿Si en vez de dar este plante hubieran decidido votar, usted hubiera defendido hacerlo a favor o en contra de la derogación de la Ley de Símbolos?

-Hubiera defendido el voto en contra de la derogación. Si bien es cierto que la Ley no sirvió para lo que pretendía, en su momento tenía un sentido que o se malinterpretó o no supimos hacerlo como tocaba. Pero creo que hace falta una regulación. La conga del otro día transmite la sensación de que no ha pasado nada, pero sí ha pasado y hay que regularlo."Isern decidió no adjudicar el Palacio de Congresos estando en funciones. Yo no estuve de acuerdo con él"

-¿La opción de salirse del pleno le satisfizo?

-No me sentí cómodo, evidentemente. Hay un problema que afecta a todos los partidos y en particular al PP y es que nos da miedo votar internamente. Si en el comité de dirección se hubiera votado y hubiera salido que sí a la derogación, todos hubiéramos votado que sí y si hubiera salido que no, hubiéramos votado que no.

-Perdieron una oportunidad de romper con la etapa de Bauzá.

-Lo que hay detrás de esto, en el fondo, es intentar matar la época de Bauzá y yo en eso tampoco estoy de acuerdo. Bauzá, más allá de las formas, con las que en algunos casos se ha equivocado y se le dijo en su momento, no se movió mucho del programa electoral y de lo acordado en convenciones y congresos del PP. El TIL estaba en nuestro proyecto. Quizá no lo hicimos de la mejor manera, pero estaba en nuestro proyecto. Se hicieron cosas muy buenas. No quiero formar parte de ese "vamos a matar a Bauzá", aunque haya estado muchas veces en desacuerdo con él. Es un error. Los que vamos a defender lo que se ha hecho desde el Govern somos nosotros, el PP, y muchas cosas se hicieron bien.

-Los hoteleros critican que el PP esté siendo demasiado moderado en su oposición a la ecotasa.

-Los hoteleros tienen que hacer su trabajo y defender lo que consideren. El PP tiene que defender su política. No somos tibios, estamos siendo contundentes en la medida en la que estamos en la oposición y tenemos 20 diputados. Yo personalmente he defendido en tres plenos el no a la ecotasa. También le digo que la ecotasa no va a ser ninguna catástrofe, pero sí va a hacer daño. Estoy convencido. Cualquier cosa que pongas a un precio para aumentarlo es malo en un mundo tan competitivo. El turista ya paga impuestos. De entrada las inversiones de los hoteleros se reducirán seguro. En dos años se han invertido 1.000 millones de euros en renovación de la planta hotelera, de los que se han recaudado unos 300 millones de euros en impuestos, que es el equivalente a tres o cuatro ecotasas. Este Govern vuelve a cometer los mismos errores que hace años.

-Usted presidió Palacio de Congresos de Palma. ¿Porque no cerraron definitivamente la adjudicación antes de las elecciones?

-Porque Isern pensó que un gobierno en funciones no tenía que hacer esa adjudicación. Hicimos todos los tramites que debíamos hacer y todos los informes. Yo no estaba de acuerdo con esa decisión. Yo lo hubiera adjudicado. Hoy tendríamos el Palacio de Congresos a punto de terminarse y con un operador. Pero el equipo de gobierno decidió eso y lo acaté.

-Ahora está pendiente del informe de la UIB.

-Es un error. Pedir informes a la UIB cuando tienes informes propios es desacreditar los informes jurídicos y de intervención del Ayuntamiento. Estamos perdiendo el tiempo y dinero. Esto me lleva a pensar a que lo que quieren hacer es algo que siempre ha fracasado y es que la administración gestione el palacio de Congresos, cuando quien sabe hacerlo son las empresas que se dedican a esto.

-¿Qué pasa si el informe de la UIB concluye que el proceso de adjudicación no fue correcto?

-La adjudicación se hizo con técnicos del Govern y del Ayuntamiento de Palma que me merecen toda la confianza y que actuaron sin ningún tipo de injerencia política. Estoy absolutamente tranquilo y confiado de que se hizo bien. Si quieren vestir con esto su intención de hacer otra cosa, hubiera sido más fácil declarar desierto el concurso porque el modelo no les gusta, porque quieren que sea público. Hubiera sido más elegante y rápido.

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