El elevado precio obtenido por el ministerio de Defensa gracias a la venta de su vieja residencia de suboficiales de Palma es puesto como ejemplo por la asociación balear de promotores para demostrar que la escasez de suelo urbano existente en muchos municipios de la isla, como Palma o Calvià, está provocando que el valor de esos terrenos alcance unos niveles que hace muy difícil edificar viviendas a precios asequibles para las familias isleñas.
Por ello, uno de los vicepresidentes tanto de la citada asociación de promotores como de la de constructores, Óscar Carreras, señala que una de las propuestas que se han presentado al Consell de Mallorca es la de elevar la cifra de habitantes permitida por hectárea. Eso posibilitaría que en lugar de verse obligados a construir viviendas de más de 100 metros cuadrados, cuya demanda en estos momentos es más limitada, se puedan ubicar más pero más pequeñas y baratas, para poder satisfacer así las necesidades de la mayoritaria de los isleños sin necesidad de consumir más territorio.
Según apuntó Carreras, otra propuesta presentada por este sector es la de permitir en algunos barrios un aumento de las alturas de los edificios, lo que podría compensarse por parte del promotor con un aumento de los espacios destinados a zonas verdes, por citar un ejemplo.
Por otro lado, se apuntó que el Consell ha puesto en estudio la posibilidad de trasladar parte de las áreas de crecimiento de algunos municipios en las que sobra suelo urbanizable a otros en los que el problema radica en su escasez, aunque se reconoció que se trata de una opción en una fase muy embrionaria.
