La lucha contra la estacionalidad en el sector turístico incorporará en el año 2016 una nueva medida, contenida en los Presupuestos del Estado: las empresas de turismo, comercio y hostelería que mantenga su actividad productiva durante los meses de febrero, marzo y noviembre de cada año y que inicien o mantengan en alta durante esos meses la ocupación de los trabajadores con contratos de fijo discontinuo tendrán una bonificación del 50% en las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes y por conceptos de recaudación conjunta de desempleo, Fondo de Garantía salarial y Formación Profesional para esos trabajadores. El cambio está en el mes de febrero, que se incorpora a los meses bonificados hasta ahora.

La reforma abaratará los costes laborales que afrontan las empresas de las islas durante los meses de invierno, una de las cargas económicas que hacen que muchas sociedades prefieran cerrar sus puertas unos meses, antes que aguantar abiertas y con los puestos de trabajo activos en plena temporada baja. Por ello, desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) aplaudían la medida del Gobierno, de la que hacen un "balance positivo". La medida, según calculan en la patronal hotelera, beneficiará a mil empresas y 2.500 trabajadores de las islas, que pese a las buenas temporadas altas de turismo siguen sufriendo cifras récord de paro durante los meses de invierno, cuando el número de personas que desean trabajar y no encuentran en qué supera los 140.000, según datos de la Encuesta de Población Activa.

El año que viene, el presupuesto asignado a políticas de fomento del empleo será de 5.242 millones de euros para todo el Estado, un avance de 479 millones de euros que también afecta a las bonificaciones al trabajo estable de calidad. Concretamente, según destaca la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, ese tipo de iniciativas contará con 1.635 millones de euros, un incremento del 9%.

Pese a todo, las cifras de desempleo seguirán disparada. El Gobierno Rajoy ya da por hecho que cerrará el año con 5,06 millones de parados, que seguirían siendo 4,53 millones de desempleados a finales del año que viene, según los datos incluidos en los Presupuestos del Estado.