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Crónica

Y José Ramón se marchó con su BMW

Los coches oficiales de los cargos populares desaparecieron y se pudieron ver muchos abrazos, pese a la guerra abierta entre el sector de Bauzá y el que lideran Company e Isern, que ayer no acudió a la cita

Bauzá saluda junto a un Rodríguez pensativo. B.Ramon

Los coches oficiales ya son historia para los cargos del Partido Popular. Ayer se puso de manifiesto en el comité ejecutivo del partido, celebrado en el Espai Francesc Quetglas, donde Bauzá se desplazó con su propio vehículo. El expresident del Govern se marchó de la convención con su flamante BMV particular y sin sus escoltas habituales. Seguro que el ex inquilino del Consolat, con su espectacular deportivo que tiene de hace años, no echará de menos el confort del vehículo oficial. Se hizo extraño ayer no ver a Bauzá y sus consellers montarse en unvehículo público.

De igual modo, el todavía conseller de Agricultura, Biel Company, prefirió también acudir a la cita del partido con su vehículo particular. En este caso era un Audi familiar que Company ya tenía de antes de ser nombrado conseller.

El ambiente en el comité ejecutivo que debía ratificar a Bauzá como senador autonómico, decisión que aprobará el próximo jueves el Parlament, era tenso. Pese a ello, los sectores enfrentado disimularon ante las cámaras. Se pudo ver a Pere Rotger abrazarse con Bauzá. Y eso que el expresident del Govern lo veta para ser su sustituto a la más mínima ocasión que se le presenta.

También, ante los focos, se abrazaron y se dedicaron amplias sonrisas José Ramón Bauzá y Biel Company. Un gesto que no deja de ser irónico cuando hace justo una semana el segundo le pidió la cabeza al primero. Company se ha convertido en una de las cabezas visibles del sector crítico que aglutina el poder regionalista de la part forana contra las formas más escoradas a la derecha de Bauzá y sus acólitos. No hace ni siete días que el ahora bauzanista acérrimo, Carlos Delgado, les llamó "energúmenos". Pero tampoco han pasado ni 10 días desde que los críticos amenazaron a Bauzá que en caso de no dimitir no estaba asegurada su elección como senador.

El paso del tiempo puede haber calmado las aguas revueltas en el PP. No obstante, el expresident del Govern volvió a reiterar ayer que había tenido "decepciones". Sin embargo, acto seguido quitó hierro a sus palabras de la semana pasada preguntado: "¿Quién no ha tenido decepciones?".

En la reunión del comité ejecutivo de ayer no se produjeron muchos enfrentamientos. Todo estaba pactado: Bauzá se marcharía de senador y cuando se haya consensuado el nombre de la persona que pilotará la transición dimitirá de presidente del partido. No obstante, si que algunos le recriminaron que se hubiera pasado cuatro años hablando contra los políticos profesionales y él, a las primeras de cambio, se intentara colocar de senador. El todavía presidente del PP indicó que él calificaba de políticos profesionales a los que no tenían otra ocupación que no fuese la política. Como todo el mundo sabe, Bauzá tiene una farmacia.

Quien realizó una intervención alabada por todos los presentes fue Joan Rotger. El alcalde de Selva apuntó que era preciso recuperar el liderazgo con visitas pueblo a pueblo. Es por ello que Joan Rotger tiene muchos números para convertirse en la figura de consenso para substituir a Bauzá.

Mateo Isern, el otro líder visible de los críticos, no acudió a la cita del comité ejecutivo. Su presencia hubiera acrecentado el morbo. Los rodriguistas no se separaron en todo el encuentro.

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