Uno de los extremos que el jurado popular tendrá que declarar probado o no es si el dueño del conocido restaurante El Cruce pactó con la cúpula de Carreteras y de la UTE-C-715 que le harían obras en su establecimiento, a cambio de comidas y cenas.

Según el auto, los trabajos en este restaurante ascendieron a casi 354.000 euros y fueron abonadas por el imputado Garí Fornés mediante dos cenas, una comida de inauguración de la carretera (con mil comensales) y el banquete de la primera comunión del hijo del celador Gabriel Mestre, al que asistieron más de quinientas personas.

Las cenas se habrían servido en la casa particular del celador y sirvieron para agasajar a los obreros de la ampliación de la carretera.

Gabriel Mestre, el vigilante de obras del Consell de Mallorca imputado en el caso peaje, una presunta trama de corrupción en torno al desdoblamiento de la carretera de Palma a Manacor, aseguró en su declaración que cargos y empleados de la UTE adjudicataria de dichas obras le hicieron una pista de futbito en su propiedad para jugar ellos allí.

La finca rústica de Mestre, donde se levanta una casa y que el funcionario heredó de sus padres, fue vallada, supuestamente, a costa de las empresas adjudicatarias.

De acuerdo con el auto dictado ayer, el funcionario del Consell se benefició de obras gratuitas por valor de 223.544 euros, que habría pagado la Administración insular.