La fiscalía Anticorrupción no tiene una sola duda de que la contratación de Maite Areal no fue por su valía profesional, sino que se produjo por el interés que tenían los empresarios para premiar al entonces president del Govern. El fiscal Pedro Horrach mantuvo todos los cargos que presenta contra Jaume Matas, al que acusa de un delito de cohecho y pide una pena de multa. "Es una comisión en especie", dijo Horrach, que nombró hasta 15 pruebas para convencer al jurado de que Matas había cometido un delito al pedir a un hotelero que buscara un empleo adecuado para su mujer.

En su exposición, Horrach recordó al jurado "que los hechos son graves" y que estas conductas "no se pueden tolerar". Y para sostener la gravedad de los hechos, aseguró que Matas se prevaleció de su cargo público para recibir un premio que no le correspondía.

El fiscal relató que no es lógico que un empresario de éxito como Miquel Ramis aguantara a una empleada como Maite Areal, a la que le pagaba 3.000 euros al mes sin ningún resultado económico, salvo que se tratara de la mujer del president del Govern. Recordó las palabras que dijo el hotelero cuando fue a declarar, en las que afirmó que "se sintió presionado" cuando Matas le pidió un empleo para su mujer. El fiscal aseguró que Ramis no había contado la verdad cuando declaró en el juicio y dijo que mantenía una estrecha relación con el expresident. "Hacía más de tres años que no se veían. No debían ser tan amigos", insinuó en su informe.

Anticorrupción asegura que la única virtud que podía vender Maite Areal para conseguir estos empleos tan bien pagados "es que era la esposa del president", afirmando también que en dos años la esposa de Matas "prácticamente estuvo de vacaciones, ya que no consiguió ni un solo cliente". Recordó que el hotelero solo se interesó por conocer los resultados económicos que había conseguido Areal cuando se marchó con su marido a Estados Unidos, donde teóricamente siguió trabajando para la empresa. "Estoy seguro de que si Matas hubiera ganado las elecciones y hubiese continuado de presidente, Maite Areal seguiría contratada como relaciones públicas del hotel".

Horrach aseguró en su informe al jurado que no solo Matas y su mujer habían mentido en el juicio, y cuestionó la estrategia de la pareja cuando Maite Areal aseguró que no había conseguido clientes, pero que lo había intentado con mucha gente. "Tienen tantos contactos y la única persona que han encontrado para que declare a su favor ha sido a Kovacs", aseguró el fiscal, que afirmó que eran mentira estos intentos para captar clientes que explicó la mujer. "Se limitó a cobrar y nada más. Si es cierto que contactó con más clientes la defensa habría aportado los nombres y no lo ha hecho porque no existen", dijo.

El fiscal también relacionó en su informe el interés que tenían, no solo el hotelero, sino también los asesores tributarios, para contratar a la mujer del president del Govern. "Suponía una inversión privada para captar fondos públicos" y recordó que uno de los empresarios había reconocido que Areal podía servir de puente para obtener contratos con la administración. En sus últimas palabras Horrach pidió a los miembros del jurado que decidieran libremente y aseguró que "a ustedes, a diferencia de Maite Areal, están y se les espera, a ella no".