El presidente del Colegio de Médicos de Balears, Antoni Bennàssar –que también es concejal del PP y trabaja en el hospital comarcal de Inca–, apoya "totalmente" la denuncia interpuesta el jueves por la conselleria de Salud tras comprobar que desde el centro sanitario se filtra información confidencial de los pacientes a ediles ´populares´ del municipio, lo que, de ser cierto, matiza, "es muy grave".

"Una situación como ésta, en la que puede haber delito, se merece una investigación. Respetar la intimidad de los enfermos es fundamental, por lo tanto se tiene que saber qué ha pasado exactamente y depurar las responsabilidades que correspondan", sostiene el doctor Bennàssar. Este traumatólogo, que es jefe de servicio en el hospital de Inca y portavoz municipal del PP en el Ayuntamiento de Consell, no titubea a la hora de condenar la presunta violación de "la confidencialidad de los enfermos", y espera que "se aclaren estos hechos" cuanto antes.

La entidad no puede actuar

Al "no tratarse de un tema profesional, ni en el que haya médicos implicados de por medio, carecemos de competencias para actuar como Colegio", apunta Bennàssar. Sin embargo, el hecho de que se hayan podido producir estas filtraciones es visto "con preocupación" por este profesional de la medicina, de ahí que respalde la intervención de la Justicia "para determinar si se ha vulnerado la privacidad de los pacientes, y quiénes son los responsables". Bennàssar asegura que "en absoluto" le constaba ni se "podía imaginar" que desde el hospital donde él mismo trabaja se filtren supuestamente desde hace años listados con datos de los pacientes, en ocasiones incluso con sus enfermedades, a la concejala de Sanidad del PP de Inca, Margarita Horrach, que los utiliza para saber los vecinos de Inca que están ingresados y realizarles lo que ella llama "visitas de cortesía".

A la espera de lo que dictamine la Justicia, las pruebas son por el momento demoledoras. Tras destapar este diario las filtraciones, Horrach ha negado que tenga acceso a las listas, y que se las envíen por fax desde el hospital a su puesto de trabajo particular, la conserjería del Instituto de Secundaria Pau Casenoves de Inca. Su versión la desmontan fuentes del centro educativo, que han afirmado recibir los listados confidenciales, y la investigación interna de la Conselleria, que ha corroborado que, por lo menos desde el 21 de septiembre del año pasado, ha habido envíos por fax de los datos de los pacientes desde el departamento de admisión del hospital al Instituto, "en más de 30 de ocasiones".

Desde que se han descubierto estas transmisiones por fax, el gerente del centro sanitario, Federico Álvarez (UM), no ha atendido ninguna de las múltiples llamadas efectuadas por este diario para conocer su opinión.

Sin entrar al detalle de lo ocurrido, Bennàssar quiere hacer una distinción entre "dos posturas": La filtración de datos de pacientes a terceros, que rechaza, y la "libertad de la gente, sea cual sea su color político, para ir a visitar a enfermos de sus pueblos", cosa que hacen "todos los partidos, estoy convencidísimo", remacha. El presidente del Colegio de Médicos recuerda cuando trabajaba en Son Dureta, y cargos políticos de distinta ideología iban a ver a pacientes. En cualquier caso, insiste, a su juicio esto no es condenable y sí en cambio "que se hagan acotaciones de enfermos sin su permiso".

Por su lado, el conseller de Salud, Vicenç Thomàs, reiteró que la denuncia se ha presentado al detectar un posible delito por parte de concejales del PP de Inca y otras personas que no son del Ayuntamiento.