Eduardo José Díaz Hervás, un alto ejecutivo de la empresa Iturri, una de las mayores compañías españolas especializadas en seguridad, negó ayer ante el juez del caso Bomsai haber pagado 140.000 euros en sobornos al director general de Emergencias del anterior Govern del PP, Joan Pol. Hervás y Pol están imputados en el caso Bomsai.

Díaz Hervás, defendido por José María Rebollo, declaró ayer por segunda vez en calidad de imputado en el sumario del caso Bomsai, una presunta trama de corrupción en torno a la construcción por el anterior Govern del nuevo parque central de Bomberos y la sede de la conselleria de Sanidad de Palma.

Iturri trabajó en el equipamiento del nuevo Parque Central de Bomberos de Palma, un expediente que está siendo investigando dentro del sumario del caso Bomsai. La empresa catalana cobró del Govern una importante cantidad por su participación en el equipamiento técnico del parque central de Bomberos.

Hervás, que el pasado 18 de mayo ya declaró como imputado en el caso Bomsai, mantuvo en 2004 contactos con el entonces director general de Emergencias del Govern del PP, Joan Pol, sospechoso de cobrar importantes sobornos de proveedores de la Administración. El directivo de Iturri manifestó ayer que su empresa fichó a Pol, defendido por Gaspar Oliver, como asesor externo en temas de seguridad y le pagó cierta cantidad por esos trabajos, 120.000 euros netos y 140.000 con IVA.

Pol compatibilizó su cargo en el Govern con los negocios en dos empresas, una inmobiliaria y otra de asesoría en emergencias.