El Govern plantea crear un centro de referencia técnica que actúe como observatorio balear del agua y que se encargue de coordinar la publicación de estadísticas, informes y estudios así como de la organización de foros de participación ciudadana para lograr un consumo más sostenible de este recurso.

Así se recoge en el documento final "Estrategia Balear de Comunicación para la Gestión Sostenible del Agua" que ha elaborado la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad, a través de la Dirección General de Recursos Hídricos y con la colaboración de numerosos expertos en la materia, y que ha sido consultado por EFE.

La nueva guía marca varios objetivos a alcanzar en una primera fase que va desde 2010 a 2015, como es la reducción de la demanda de agua de uso urbano e industrial un 10% en cada caso, y que sea de un 15% en los usos agrícola, ganadero y de golf.

También busca la mejora del estado de las aguas subterráneas, reduciendo su contaminación, y el estado ecológico de las zonas húmedas y las masas de agua costeras.

La estrategia viene a aportar "criterios y directrices consensuadas" para la comunicación, información y formación eficientes de los temas relacionados con el agua en Baleares, según comenta el jefe del Servicio de Estudios y Planificación de la Dirección General de Recursos Hídricos, Alfredo Barón Périz.

Uno de los pasos inmediatos que se darán en este sentido será la elaboración de un manual de comunicación -en el que ya se está trabajando, según Barón Périz,- que facilitará, a todos los sectores implicados en la comunicación, el diseño y planteamiento de las acciones que se han de llevar a cabo para fomentar el ahorro.

El documento elaborado por la Dirección General de Recursos Hídricos -basado en la opinión de 35 expertos de todos los sectores- defiende un cambio de estrategia: evitar el catastrofismo y el alarmismo generalizado, terminar con la "gestión de parches" y con las decisiones políticas "precipitadas e insensatas".

Se trata, por el contrario, de "trabajar con más previsión", hacer una comunicación cercana a la sociedad, aportando ejemplos reales, proponiéndole retos y aplicando sanciones eficaces y públicas, entre otras cosas.

Pero para cambiar realmente la situación actual, la nueva estrategia de comunicación del Govern remarca la necesidad de trabajar principalmente en dos ámbitos que históricamente se han olvidado: el campo y el turismo (tanto hotelero y de servicios como náutico).

Tampoco se olvida del trabajo en educación, área en la que, entre otras cosas, propone plantear al Ministerio de Educación una revisión de los libros de texto, en concreto, de cómo se trata el ciclo de gestión del agua.

Y otro pilar que considera imprescindible son las empresas. En este caso, la estrategia plantea -aunque a más largo plazo que el resto de propuestas- la creación de un etiquetado de producto del consumo de agua; una certificación oficial para aquellos negocios que realicen "buenas prácticas" e incluso repercusiones fiscales "positivas y negativas".

Para el período 2010-2015, el Plan Hidrológico de Baleares contempla un presupuesto destinado a estas tareas de comunicación, educación y formación que asciende al millón de euros, eso sin contar las partidas publicitarias de la Agencia Balear del Agua.