La iglesia de Mallorca no quiso entrar en polémicas sobre el referéndum celebrado en Suiza, que se saldó con la prohibición de erigir minaretes en el país, y suscribió la declaración del Vaticano sobre el asunto, que consideró esta circunstancia "un golpe a la libertad religiosa". El presidente del Consejo Pontificio para los Emigrantes, Antonio María Veglió, refrendó las declaraciones de los obispos suizos, que consideraron que el "no" a los minaretes atentaba contra la libertad de credo.