Llegados a este punto, en el que los tejemanejes de Juan Francisco Gosálbez afloran por doquier, uno duda de si abrió una peluquería para cortar el cabello a la gente o directamente para tomar el pelo a los ciudadanos.

Entre los múltiples chanchullos de los que está acusado por la Fiscalía Anticorrupción, el cabecilla del consorcio de Turisme Jove durante el anterior Govern del PP contrató reformas en su establecimiento privado y las pagó con comisiones que cobraba desde su puesto en el organismo público.

Para los trabajos de publicidad, el supuesto cerebro de la trama de corrupción en Turisme Jove contrataba sistemáticamente a la misma agencia. A cambio, sus propietarios, los también imputados Antonio N. P. y Manuel Carmelo S. V., le abonaban una comisión del 20% -según los fiscales- sobre el importe de las facturas al consorcio. El Ministerio público ha calculado en 3.000 euros la mordida pagada por ambos empresarios a Gosálbez ante el "temor a perder dichos contratos".

Pero el cerebro de la trama no se conformaba sólo con cobrar en metálico, sino también en especies. Gosálbez y su pareja de hecho, María Auxiliadora Pérez de Algaba, comparten al 50% la sociedad limitada Unaenduna 06, que regenta una conocida franquicia de peluquerías en la céntrica calle Nuredduna de Palma. El primero contrató con la agencia de los querellados diversos trabajos de diseño de escaparates y rotulación para dicho establecimiento. Como compensación, acordó con los dueños de la agencia publicitaria que le descontaran el importe de los trabajos del montante de las comisiones a percibir. Sea como sea, al final la reforma le salió gratis gracias a que los contribuyentes la pagaron de su bolsillo.

En su declaración judicial del jueves, María Auxiliadora explicó que se siente engañada por su compañero, y asegura que si firmó contratos de alquiler fraudulentos con el consorcio fue a instancias de Gosálbez, y sin saber ella qué hacía. Ni siquiera conoce qué participación tenía con una sociedad fantasma del principal acusado, afirmó, sí en cambio que éste "lucía un automóvil Volvo". No era el único lujo de Gosálbez, actualmente en prisión incondicional por multitud de delitos. Tras años de vivir a cuenta del erario público, todo apunta a que ahora se le va a caer el pelo.