El president Antich dijo ayer esperar una reacción positiva del PP al anuncio de este acuerdo; pero la diputada Mabel Cabrer desestimó esta posibilidad. El convenio llega tarde, con meses de retraso, pero sobre todo llega infradotado: el PP entiende que Balears debe recibir al menos el dos por ciento de la inversión estatal en ferrocarriles, cerca de 2.060 millones de euros. Además, según la ex consellera de Obras Públicas bajo el Govern Matas, no se entiende que las obras del tranvía de Palma queden fuera del acuerdo, cuando la capital es la que más necesidad tiene de mejorar su accesibilidad. También dudó que la asignación de plazos -tres millones este año, 28 el que viene y el resto por determinar- sea la más satisfactoria, aunque obedece al ritmo de licitación de obras. Antich, en cambio, habló ayer de un "hito histórico", y celebró que el Gobierno haya respetado la inversión prevista en el Estatut de Autonomia. Desveló Antich su satisfacción por el hecho de que el Consejo de Ministros haya dado luz verde a la firma del convenio después de que el pasado lunes solicitara al presidente Zapatero ­que se agilizara este trámite.