Maximilià Morales es un histórico de la política balear que alcanzó el culmen de su carrera cuando fue designado por su partido, Unió Mallorquina, para ocupar el segundo cargo de mayor importancia dentro del entramado institucional de las islas: la presidencia del Parlament.

Su carrera comenzó en las filas de la extinta UCD, de las que pasó, de la mano de Jeroni Albertí, a UM. Antes de esta apuesta por el nacionalismo liberal formó parte del equipo encargado de redactar el Estatuto de Autonomía de las islas. Desde 1979 hasta 1983 formó parte del Consell de Mallorca, una institución que también presidió, aunque sólo en el tiempo que pasó entre la dimisión de Jeroni Albertí en 1982 y las elecciones autonómicas celebradas en 1983.

A partir de entonces, Morales se apartó de la política institucional sin dejar por ello de ejercer funciones de responsabilidad interna en su partido. Su momento de gloria política llegó cuando UM exigió para sí la presidencia del Parlament en la negociación del acuerdo que finalmente fue bautizado como Pacto de Preogreso. Así, de 1999 a 2003, este licenciado en Márketing nacido en Barcelona en 1948 se hizo cargo de la dirección de la cámara legislativa autonómica, un puesto que se ajustaba como un guante a su pérfil de político curtido en mil batallas, de maneras corteses, paciente y conciliador. De hecho, los rifirrafes entre los socios de centroizquierda y la oposición del PP que sacudieron el salón de plenos durante aquellos años se sucedieron ante él sin que su figura resultara salpicada.

Pero lo que parecía el brillante epílogo de una trayectoria sólida resulta hoy el penúltimo capítulo de un periplo público, que podría quedar manchado por su imputación en el caso Son Oms. Él admite que intervino en el intento de recalificar los terrenos rústicos como industriales, pero insiste en que entonces no tenía cargos de responsabilidad.

os desde que ea presidir en el último año debido a la dimisión de Albertí. A partir de entonces se apartó de la política institucional, pero siguió Desde entonces no ocupó ningún cargo en las instituciones, pero siguió trabajando en tareas internas en el partido.