Cirugía general y digestiva
Hablamos con el Dr. Jose Noguera Cirujano General Hospital Quirónsalud A Coruña
El sistema robótico da Vinci tiene la aprobación FDA para el tratamiento de tumores seleccionados de orofaringe desde el 2009. Desde entonces se han ido extendiendo las indicaciones y actualmente se puede utilizar para la cirugía de una gran variedad de patologías. Aunque las ventajas son muchas y demostradas, su uso se ha visto limitado por la gran inversión que supone y por los requerimientos de una formación específica.
En el área de cabeza y cuello, la indicación donde más ventajas tiene es el tratamiento de tumores pequeños y medianos de la orofaringe, que es la zona de las amígdalas, paladar y la parte posterior de la lengua. Pero también se pueden beneficiar algunos pacientes con tumores en otras localizaciones (como la laringe y la parte más baja de la faringe) y algún grupo de pacientes roncadores con o sin apneas, así como aquellos que requieran alguna cirugía cervical por tumores benignos o quistes y no deseen cicatrices en zonas visibles.
En estos pacientes supone el poder realizar una cirugía con buenos resultados funcionales, manteniendo las funciones de tragar, hablar etc. Permite evitar otros tratamientos como cirugías abiertas más agresivas y reducir o eliminar la necesidad de radioterapia y quimioterapia. Todo esto manteniendo el pronóstico de curación con respecto a otras modalidades de tratamiento más agresivas y con más efectos secundarios y secuelas.
La principal ventaja para el paciente en casos oncológicos es que tenemos mejores resultados funcionales y una recuperación más rápida. En algunos casos de roncadores y pacientes con apneas podemos solucionar una patología grave como es la apnea del sueño. En aquellas personas que se plantea el uso del robot para tumores cervicales, el beneficio es estético, evitamos una cicatriz en áreas visibles del cuello y podemos hacer la cirugía desde una incisión que queda oculta en la raíz del pelo.
Las ventajas para el cirujano quedan en otro plano, son muy secundarias con respecto al beneficio para el paciente. Pero es cierto que desde el punto de vista ergonómico y de comodidad, los procedimientos robóticos son mucho más favorables que las cirugías por técnicas clásicas. De alguna manera esto es bueno también para el paciente, ya que permite una mayor capacidad de concentración y precisión y menos fatiga.
Insistiendo en el tema de los tumores de orofaringe, que, como he comentado, es donde ofrece más ventajas, tenemos que pensar que la cirugía abierta en esta localización implica en ocasiones la apertura de la mandíbula o el acceso desde el cuello, comunicándolo con una cavidad contaminada como es la boca. Esto supone un gran daño quirúrgico que nos podemos evitar con el Da Vinci, ya que nos permite acceder de una manera directa al lugar del tumor, sin necesidad de dañar estructuras que están sanas.
Probablemente algún tumor parafaríngeo, que es la zona que está entre la base del cráneo, la faringe y por detras de la mandíbula. También los casos de recidivas, lo que se llama "cirugía de rescate" en las que en ocasiones es necesario realizar alguna reconstrucción con injertos que tomamos de la pierna o el brazo. En estos casos, además de la dificultad técnica, es necesario la coordinación de varios equipos quirúrgicos (en nuestro caso trabajamos conjuntamente con los cirujanos plásticos) en un espacio relativamente pequeño.
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