Ver más galerías relacionadas
Murphy Brown
Ver galería >Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Murphy Brown
Hola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasHola, melómanos amantes de las estaciones. Ya saben, servidora aquí es una auténtica fanática de la música, y si es algo movido, ¡mucho mejor! Justo tengo en mente una canción que encaja perfectamente con el ambiente de esta crónica. Dice en alguna parte así: «Lo sabía, solo he sido el intermedio y lo sabía, amor de temporada nada más». La frase parece hecha a medida para expresar lo que siento en estos días. Sí, estamos justo en ese punto medio entre el frío del invierno y la cálida primavera. Personalmente, adoro el invierno, pero como dicen, no se puede tapar el sol con un dedo, y lamentablemente, el cambio de estación está a la vuelta de la esquina. Mi cuerpo ya lo nota: la voz se vuelve más nasal, la nariz comienza a gotear y mis ojos desaparecen bajo el enrojecimiento de las alergias. Sí, queridos, ha llegado ese temido momento para muchos de nosotros: la temporada de alergias al polen, a las orugas, a la hierba, a los olivos, almendros y todo lo que se nos atraviese. ¡Incluso hay quien tiene alergia al sol! Siendo una urbanita de pura cepa, salgo preparada con mi maxi bolso o shopper bag (para los entendidos), lleno de pañuelos, descongestionantes nasales, colirio, caramelos y alguna que otra pastillita para sobrellevar el malestar. Seguro que muchos de ustedes se sienten identificados con esta situación. Pero como dice la canción que mencionaba antes, «fui un compás de espera nada más», y eso es lo que ha sido este invierno para muchos de nosotros. Mientras tanto, le damos los últimos coletazos al frío y les contamos lo que ha sucedido esta semana.